Los ángeles en el más allá
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Mantengamos el corazón lleno de las promesas de Dios para
que podamos hablar palabras que conforten y fortalezcan a otros.
Así aprenderemos el lenguaje de los ángeles celestiales quienes,
si somos fieles, serán nuestros compañeros a través de las edades
eternas.—
The Youth’s Instructor, 10 de enero de 1901
.
En la vida futura comprenderemos las cosas que aquí nos deja-
ron grandemente perplejos. Nos daremos cuenta de qué poderoso
ayudador tuvimos y cómo los ángeles de Dios fueron comisionados
para guardarnos a medida que seguíamos el consejo de la Palabra de
Dios.—
En Lugares Celestiales, 257
.
Todo redimido comprenderá la obra de los ángeles en su propia
vida. ¡Qué sensación le producirá conversar con el ángel que fue su
guardián desde el primer momento; que vigiló sus pasos y cubrió su
cabeza en el día de peligro; que estuvo con él en el valle de la sombra
de muerte, que señaló su lugar de descanso, que fue el primero en
saludarle en la mañana de la resurrección, y conocer por medio de
él la historia de la interposición divina en la vida individual, de la
cooperación celestial en todo trabajo en favor de la humanidad!—
La
Educación, 294-295
.
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