Página 31 - La Verdad acerca de los Angeles (1997)

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Los ángeles en el cielo antes de la rebelión
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fuera de la posibilidad del mal. Estaba dentro de las posibilidades
de Sataná
elegir hacer el mal y pervertir sus dones.—
The Spirit of
Prophecy 4:317
.
La posición elevada de Lucifer
En el cielo, antes de su rebelión, Lucifer era un ángel honrado
y excelso, cuyo honor seguía al del amado Hijo de Dios. Su sem-
blante, así como el de los demás ángeles, era apacible y denotaba
felicidad. Su frente alta y espaciosa indicaba su poderosa inteligen-
cia. Su forma era perfecta; su porte noble y majestuoso. Una luz
especial resplandecía sobre su rostro y brillaba a su alrededor con
más fulgor y hermosura que en los demás ángeles. Sin embargo,
Cristo, el amado Hijo de Dios, tenía la preeminencia sobre todas las
huestes angélicas. Era uno con el Padre antes que los ángeles fueran
creados.—
La Historia de la Redención, 13
.
Lucifer era el querubín cubridor, el más exaltado de los seres
celestiales creados. Su posición era la más cercana al trono de Dios,
y estaba íntimamente ligado e identificado con la administración
del gobierno de Dios. Había sido ricamente dotado por Dios con
su propia gloria, majestad y poder.—
The Signs of the Times, 28 de
abril de 1890
.
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El propio Señor dio a Satanás su gloria y sabiduría, y lo hizo
querubín cubridor, noble, bueno y extraordinariamente hermoso.—
The Signs of the Times, 18 de septiembre de 1893
.
Excluyendo a Cristo, Satanás fue, en un tiempo, el más honrado
de Dios y el más alto en poder y gloria entre todos los habitantes del
cielo.—
The Signs of the Times, 23 de julio de 1902
.
Lucifer, el hijo del alba, que superaba en gloria a todos los án-
geles que rodean el trono... estaba unido al Hijo de Dios por los
vínculos más íntimos.—
El Deseado de Todas las Gentes, 402
.
Lucifer, “el hijo de la mañana”, era el principal de los querubines
cubridores, santo e inmaculado. Estaba en la presencia del gran
Creador, y los incesantes rayos de gloria que envolvían al Dios
eterno, caían sobre él.—
Historia de los Patriarcas y Profetas, 13
.
En ocasiones, Elena de White usó la “prolepsis”, una figura literaria que permite
hablar de asuntos futuros como si ya hubieran sucedido. En este caso, ella se refiere a
Lucifer como “Satanás”, aun cuando la rebelión no había ocurrido.