El origen del mal
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Reiteró su aserto de que los ángeles no necesitaban sujeción, sino
que debía dejárseles seguir su propia voluntad, que los dirigiría
siempre bien. Denunció los estatutos divinos como restricción de
su libertad y declaró que el objeto que él perseguía era asegurar la
abolición de la ley para que, libres de esta traba, las huestes del cielo
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pudiesen alcanzar un grado de existencia más elevado y glorioso.
De común acuerdo Satanás y su hueste culparon a Cristo de
su rebelión, declarando que si no hubiesen sido censurados, no se
habrían rebelado.—
Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos,
553-554
.
Satanás, y los ángeles que cayeron con él, tenían pleno conoci-
miento acerca del carácter de Dios, de su bondad, su misericordia, su
sabiduría y excelsa gloria. Esto hizo su culpabilidad imperdonable.—
The Review and Herald, 24 de febrero de 1874
.
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