Página 110 - La Voz

Basic HTML Version

106
La Voz: Su Educación y Uso Correcto
La adulación es una perversión de la mente
—Debemos poner
a un lado toda adulación, porque la adulación es obra de Satanás.
[168]
El hombre débil, pobre y caído generalmente piensa suficiente de
sí mismo, y no necesita ser ayudado en esa dirección. Adular a los
pastores está fuera de lugar. Eso pervierte la mente y no conduce
a la mansedumbre y la humildad; aunque a los hombres y a las
mujeres les encanta ser alabados, con frecuencia a los pastores les
gusta también. Su vanidad es gratificada, pero eso ha comprobado
ser una maldición para muchos. La amonestación debiera ser más
estimada, que la adulación.—
Testimonies for the Church 2:338
.
Esperanzas irrealizables
—Las palabras de adulación son dul-
ces al corazón falto de consagración, y algunos que piensan estar
firmes, se sienten ofuscados, seducidos e intoxicados con esperanzas,
que nunca se realizarán. De esta manera se ha hecho mucho daño.
Todos debieran pensar y hablar modestamente de sus propias capaci-
dades, y ser cuidadosos, para no estimular el orgullo y la estimación
propia en otros.—
Testimonies for the Church 5:478
.
El encomio es un peligro
—Hay personas que siempre están
hablando, chismeando y llevando falso testimonio, que siembran
semillas de discordia, y engendran luchas. El cielo contempla a
esa clase como los más eficientes siervos de Satanás. La persona
injuriada está en una posición bastante menos peligrosa, que cuando
es lisonjeada y alabada por algunos de sus esfuerzos que parecen
exitosos. El encomio de amigos aparentes, es más peligroso que la
injuria.
[169]
El que se alaba a sí mismo exagera el brillo de sus mejores
esfuerzos
—El carácter verdaderamente noble, no se deja rebajar por
las falsas acusaciones de los enemigos; cada palabra hablada cae
en oídos sordos, porque fortalece lo que no puede ser destruido.—
Testimonies for the Church 4:607
.
La verdad en el corazón y en los labios
—¡Cuán cuidadosos
debiéramos ser, de que nuestras palabras y acciones estén en armonía
con la verdad sagrada, que Dios nos ha encomendado!... Cuando
se asocien, hablen con cuidado. Que su conversación sea de tal
naturaleza que no necesite arrepentirse... Si el amor a la verdad está
en su corazón, usted hablará de la verdad. Hablará de la bendita
esperanza que tiene en Jesús. Si tiene amor en el corazón, procurará
establecer y fortalecer a su hermano, en la fe más sagrada. Si se