Página 116 - La Voz

Basic HTML Version

Capítulo 32—La fe como tema de conversación
Una ley de la naturaleza
—Es una ley de la naturaleza, que
nuestros pensamientos y sentimientos resultan alentados y fortale-
cidos al darles expresión. Aunque las palabras expresan los pen-
samientos, éstos a su vez siguen a las palabras. Si diéramos más
expresión a nuestra fe, si nos alegrásemos más de las bendiciones
que sabemos que tenemos: la gran misericordia y el gran amor de
Dios, tendríamos más fe y gozo. Ninguna lengua puede expresar,
ninguna mente finita puede concebir la bendición resultante, de la
debida apreciación de la bondad y el amor de Dios. Aun en la tie-
rra, puede ser nuestro gozo como una fuente inagotable, alimentada
por las corrientes que manan del trono de Dios.—
El Ministerio de
Curación, 195
.
[178]
Una cosecha inevitable
—Los que hablen de la fe y cultiven
la fe, tendrán fe; pero los que acaricien y expresen dudas, tendrán
dudas.—
Testimonies for the Church 5:302
.
La fuente de nuestra fortaleza
—Si manifestáramos más nues-
tra fe, si nos regocijáramos más en las bendiciones que ahora
tenemos—la gran misericordia, la paciencia y el amor de Dios—,
cada día tendríamos más fuerza. ¿No poseen acaso las preciosas
palabras pronunciadas por Cristo, el Príncipe de Dios, una seguridad
y un poder que deberían ejercer gran influencia en nosotros, para
hacernos creer que nuestro Padre celestial está más deseoso de dar
su Espíritu Santo a quienes lo piden, de lo que los padres están para
conceder buenas dádivas a sus hijos?—
Mensajes Selectos 2:278
.
Semillas de duda, cosecha de incredulidad
—Prestemos aten-
ción a nuestras palabras. Hablemos de fe y tendremos fe. Nunca
demos lugar a un pensamiento de desánimo en la obra de Dios. Nun-
ca pronunciemos una palabra de duda. Es como simiente sembrada
en el corazón, tanto del que habla, como de los que escuchan, para
producir una cosecha de desánimo y de incredulidad.—
El Evange-
lismo, 459
.
112