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La sencillez en el lenguaje
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palabras bien preparadas y estudiadas tienen poca influencia. Pero las
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palabras veraces y sinceras de un hijo o una hija de Dios, dichas con
sencillez natural, abrirán la puerta de corazones, que habían estado
durante mucho tiempo cerrados.—
Testimonios Selectos 4:298
.
Demasiadas pruebas
—En esta época, cuando salen a la su-
perficie fábulas placenteras que atraen la mente, es mejor presen-
tar la verdad en un estilo fácil, sustentándola con algunas pruebas
irrefutables, que investigar y producir un conjunto de evidencias
abrumadoras; porque entonces, el punto que se quiere presentar, no
resulta tan preciso en la mente, como las objeciones y evidencias
que fueron traídas ante ella. Para muchos, las declaraciones positivas
van más allá que los largos argumentos. Ellos dan muchas cosas
por sentado. Las pruebas no aclaran el caso en las mentes de los
tales.—
Testimonies for the Church 3:36
.
Hitos sencillos
—El mundo necesita ahora nuestra labor. De
todas partes llegan llamados, como el llamado macedónico: “Pasa a
Macedonia y ayúdanos”. Los argumentos sencillos, al punto, firmes
como hitos, generalmente harán más a favor de convencer las mentes,
que un gran conjunto de argumentos que cubren mucho terreno,
pero que sólo las mentes investigadoras tendrán interés en seguir.—
Testimonies for the Church 3:39
.
Es mejor hacer pocas observaciones convincentes
—Unas po-
cas observaciones fuertes sobre algún punto de doctrina, la fijarán en
la mente con mucha más firmeza, que si se presentara gran cantidad
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de elementos de los cuales nada se destaca en forma clara y distinta,
en la mente de los ignorantes de nuestra fe. Deben mezclarse con
las profecías, lecciones prácticas de las enseñanzas de Cristo.—
El
Evangelismo, 129
.
Sembrar semillas de verdad a mucha profundidad
Algunos han cultivado la costumbre de concentrarse demasiado.
La facultad de fijar la mente en un tema, con exclusión de todos los
demás, es buena en un grado limitado, pero los que ponen toda la
fuerza de la mente en un ramo de pensamiento, son con frecuencia
deficientes en otros puntos. En la conversación se vuelven tediosos,
y cansan a quien los escucha. Sus escritos carecen de estilo libre y
suelto. Cuando hablan en público, el asunto que los ocupa absorbe
por entero su atención, y siguen profundizando más y más el tema.
Parecen ver conocimiento y luz a medida que se interesan y absor-