Página 138 - La Voz

Basic HTML Version

134
La Voz: Su Educación y Uso Correcto
indispensable una ventilación completa. Vivir en aposentos cerrados
y mal ventilados, donde el aire está viciado, debilita el organismo
entero, que se vuelve muy sensible al frío, y enferma a la menor
[213]
exposición al aire.—
El Ministerio de Curación, 207
.
El oxígeno en los pulmones
—Es de suma importancia para la
salud, que el pecho disponga de sitio suficiente para su completa
expansión, y los pulmones puedan inspirar completamente, pues
cuando están oprimidos disminuye la cantidad de oxígeno que in-
halan. La sangre resulta insuficientemente vitalizada, y las materias
tóxicas del desgaste, que deberían ser eliminadas por los pulmones,
quedan en el organismo. Además, la circulación se entorpece, y los
órganos internos quedan tan oprimidos que se desplazan y no pueden
funcionar debidamente.—
El Ministerio de Curación, 224
.
El cultivo de la voz es parte de la cultura física
—Siguen en
importancia a la postura correcta la respiración y la cultura vocal.
Es más probable que respire correctamente aquel que se mantiene
erguido, cuando está sentado o de pie. Pero el maestro debería
inculcar en los alumnos la importancia de la respiración profunda.
Muéstrese cómo la acción sana de los órganos respiratorios, que
ayuda a la circulación de la sangre, vigoriza todo el organismo,
despierta el apetito, promueve la digestión, produce un sueño sano
y dulce, y de ese modo no sólo le da descanso al cuerpo, sino que
calma y sirve de sedante a la mente. Al mismo tiempo que se muestra
la importancia de la respiración profunda, debería insistirse en que
se la practique. Háganse ejercicios que la estimulen, y al mismo
tiempo trátese de formar el hábito.
[214]
La cultura de la voz ocupa un lugar importante en la cultura
física, puesto que tiende a dilatar y fortalecer los pulmones, y alejar
así la enfermedad. Para conseguir una formación correcta, tanto en la
lectura como en la conversación, cuídese que los músculos abdomi-
nales tengan libertad de movimientos al respirar, y que los órganos
respiratorios no estén oprimidos. La presión debería ejercerse sobre
los músculos del abdomen más, que sobre los de la garganta. De ese
modo se evitará que ésta se fatigue, y que se enferme gravemente.
Debe procurarse con cuidado una pronunciación clara, con tonos
suaves y bien modulados y con una forma de expresarse, que no
sea muy rápida. Esto no sólo estimulará la salud, sino que contri-