Página 151 - La Voz

Basic HTML Version

El amor y la bondad
147
pero los corazones de sus oyentes no han sido avivados ni enterne-
cidos, con un sentido del amor del Salvador.—
Testimonies for the
Church 3:31
.
Para los maestros, la amabilidad de Cristo
—Siento el fer-
viente deseo, de que aprendáis cada día del gran Maestro. Si queréis
acercaros primero a Dios y luego a vuestros alumnos, haréis una
obra muy preciosa. Si sois diligentes y humildes, Dios os dará dia-
riamente conocimiento y aptitud para enseñar. Haced lo mejor que
podáis para impartir a otros las bendiciones que os ha dado.
Con profundo y ferviente interés por ayudar a vuestros alumnos,
hacedles recorrer el terreno del conocimiento. Acercaos a ellos tanto
como podáis. A menos que en el corazón de los maestros abunde el
amor y la amabilidad de Cristo, manifestarán demasiado del espíritu
de un ayo duro y dominante. “Conservaos en el amor de Dios, espe-
rando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo, para vida eterna.
A algunos que dudan, convencedlos. A otros salvad, arrebatándolos
del fuego; y de otros, tened misericordia con temor, aborreciendo
aun la ropa contaminada por su carne”.
Judas 21, 23
.—
Consejos pa-
ra los Maestros Padres y Alumnos acerca de la Educación Cristiana,
240
.
Ni ademanes ni palabras airadas
—Al educar a los niños y
[233]
a los jóvenes, los maestros no deben permitir que una palabra o
ademán airado mancille su obra, porque al hacerlo, imbuirían a los
estudiantes del mismo espíritu que los posee.—
Consejos para los
Maestros Padres y Alumnos acerca de la Educación Cristiana, 162
.
Los maestros no deben manifestar irritación
—Los instructo-
res que están bajo la disciplina de Dios reciben gracia, verdad y
luz por el Espíritu Santo, para comunicarlas a su vez a los niños.
Están bajo el mayor Maestro que el mundo haya conocido, y cuán
impropio sería que ellos tuviesen un espíritu cruel, una voz aguda,
llena de irritación. Con esto perpetuarían sus propios defectos en los
niños.—
Consejos para los Maestros Padres y Alumnos acerca de la
Educación Cristiana, 162
.
Que no falte la bondad, ni hacia los que hacen mal
—Si el
maestro sabe dominarse mediante la gracia de Cristo, si sujeta las
riendas con mano firme y paciente, subyugará el elemento turbu-
lento, y se conquistará el respeto de sus alumnos. Una vez que esté
restablecido el orden, manifiéstese bondad, paciencia y amor. Puede