Página 177 - La Voz

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La brevedad
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fuerza del predicador, y la paciencia de sus oyentes. El predicador
que siente la importancia de su mensaje tendrá cuidado especial de
no recargar sus facultades físicas, ni dar a la gente más de lo que
puede recordar.
No penséis, cuando hayáis tratado un tema una vez, que vuestros
oyentes retendrán en la mente todo lo que presentasteis. Existe el
peligro de pasar demasiado rápidamente de un punto a otro. Dense
lecciones cortas, en lenguaje claro y sencillo, y repítanse a menudo.
Los sermones cortos serán recordados mucho mejor que los largos.
Nuestros oradores deben recordar que los temas que presentan pue-
den ser nuevos para algunos de sus oyentes; por lo tanto, conviene
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repasar a menudo los principales puntos.—
Obreros Evangélicos,
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.
La pérdida del interés religioso
—Los discursos largos y las
oraciones tediosas son positivamente dañinas para el interés reli-
gioso, y no llevan convicción a las conciencias del pueblo. Esta
tendencia a pronunciar discursos, desanima muchas veces, el in-
terés religioso que podría haber producido grandes resultados.—
Testimonies for the Church 4:261
.
Un poquito allí, otro poquito allá
—Presente la verdad a la
gente en su verdadera importancia y su carácter sagrado, y sea cui-
dadoso, para no impartir demasiado en un discurso. Si lo hace, será
una pérdida para ellos. Los sermones largos restan eficiencia a sus
labores. Para aquellos que no conocen la verdad, su enseñanza es
nueva y extraña y no la captan fácilmente. Existe el peligro de po-
ner en sus mentes una gran cantidad de asuntos que no es posible
que digieran. “La palabra, pues, de Jehová les será mandamiento
tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón,
línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá”. Necesitamos
estudiar su método de enseñanza. Tenemos el testimonio más im-
portante y decidido para el mundo, y debemos presentar a la gente
discursos cortos, en un lenguaje claro y sencillo. No piense que
porque usted ya haya presentado el tema, puede pasar enseguida a
otros puntos, y que los oyentes retendrán todo los que les ha sido
[276]
presentado.—
Special Testimonies, Series A 7:6, 7
.
Más énfasis en estudios bíblicos
—Evitad los sermones largos.
La gente no puede retener la mitad de los discursos que escuchan.
Dad discursos cortos, y más estudios bíblicos. Este es el tiempo para