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Capítulo 49—El peligro del exceso de emoción
Impresiones hechas por la Palabra de Dios, no por senti-
mientos
—Es por medio de la Palabra—no por sentimientos, ni
excitación—como queremos estimular a la gente para que obedez-
ca la verdad. Sobre la plataforma de la Palabra de Dios podemos
estar en pie con seguridad. La Palabra viva está repleta de eviden-
cia, y un poder maravilloso acompaña su proclamación, en nuestro
mundo.—
Mensajes Selectos 3:428
.
Predicación emocional
—Si la predicación es de un carácter
emocional, afectará los sentimientos, pero no el corazón y la con-
ciencia. Este tipo de predicación no produce un bien duradero, sino
que, gana los corazones de la gente y atrae sus afectos hacia el hom-
bre que les agrada. Olvidan que Dios ha dicho: “Dejaos del hombre,
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cuyo aliento está en su nariz”.—
Testimonies for the Church 5:301
.
Confianza en Dios, no en el hombre
—Sufro sin medida, al
ver el poco discernimiento que existe entre nuestro pueblo, que ha
tenido una luz tan grande. Escuchan un sermón que conmueve sus
emociones, y el lenguaje de sus corazones es: “Dadnos cada vez
más el ministerio de este hombre; él conmueve nuestros corazones,
nos hace sentir”. Olvidan a Dios y alaban y exaltan al hombre, para
su perjuicio y el perjuicio de sus propias almas. ¿Cuándo desistirán
los que pretenden creer la verdad, de ir en pos de pobres mortales?
¿Cuándo confiarán en Dios, y harán de él justamente lo que él es—el
todo, en todo?—
Carta 8, 1889
.
La naturaleza temporal de las decisiones impulsivas
Algunos ministros cometen el error de suponer, que el éxito depende
de atraer una gran congregación por la ostentación externa, y de
dar luego el mensaje de verdad, de una manera teatral. Pero esto
es emplear fuego común, en vez del fuego sagrado encendido por
Dios mismo. El Señor no queda glorificado por esta manera de tra-
bajar. No es por avisos alarmantes y costosa ostentación, como ha
de llevarse a cabo su obra, sino usando métodos semejantes a los de
Cristo.—
Obreros Evangélicos, 397
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