Página 26 - La Voz

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La Voz: Su Educación y Uso Correcto
Correcta expresión en palabras de verdad
—Aprender a ex-
presar en forma convincente e impresionante lo que uno sabe, es
de valor especial para los que desean trabajar en la causa de Dios.
Cuanto más expresión pongan en las palabras de verdad, tanto más
eficaces serán éstas, en los que las oyen. Una presentación apropiada
de la verdad del Señor, es digna de nuestro más alto esfuerzo.—
Consejos para los Maestros Padres y Alumnos acerca de la Educa-
ción Cristiana, 208
.
Esperanza para el alma
—Debe buscar y trabajar por su vecino
con fervor. ¿Es él ignorante? Que lo que usted le comunique, lo
haga más inteligente. ¿Está él abatido y desanimado? Que sus pala-
bras hablen de esperanza a su alma... Por la influencia de palabras
habladas con un corazón lleno de amor, los desanimados pueden
llegar a ser trofeos de la gracia, herederos de Dios y coherederos
con Jesucristo.—
The Review and Herald, 16 de febrero de 1897
.
Pensamientos sugeridos por Dios
—Si usted prosigue cono-
ciendo al Señor y haciendo lo que él le pide, comprobará que Dios
traerá pensamientos a su memoria, cuando intente hablar a los que
lo rodean, para refrenarlos de hacer el mal y señalarles el camino de
la vida.—
Manuscrito 61, 1907
.
Palabras tiernas, no ásperas
—Hable a las almas en peligro, y
haga que contemplen a Jesús muriendo en la cruz, para hacer posible
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su perdón. Hable con el pecador, con su propio corazón rebozante
del tierno y piadoso amor de Cristo. Que haya una profunda seriedad;
pero que no se escuche una nota áspera o aguda en aquel, que está
tratando de que el alma vea y viva...
Cristo crucificado, hable de ello, ore acerca de ello, cante acerca
de ello, y eso quebrantará y ganará corazones. Este es el poder y
la sabiduría de Dios, a fin de ganar almas para Cristo. Las frases
formales, la presentación de puros temas argumentativos, producen
muy poco bien.—
Testimonies for the Church 6:67
.
La ley de bondad en vuestros labios
—Busquen la manera de
acercarse a las personas que viven en su vecindario. Cuando les
hablen de la verdad, usen palabras de simpatía como las de Cristo...
No pronuncien una sola palabra carente de bondad. Que el amor
de Cristo esté en sus corazones, la ley de bondad en sus labios.—
Testimonies for the Church 9:41
.