Página 263 - La Voz

Basic HTML Version

Hombres y mujeres de la Biblia
259
Era tranquilo y dueño de sí
—El apóstol se mantenía tranquilo
y dueño de sí en medio del tumulto. Su mente estaba fija en Dios, y
sabía que le rodeaban los ángeles del cielo. No quería dejar el templo
sin hacer un esfuerzo para proclamar la verdad a sus compatriotas,
y cuando iban a conducirlo al castillo, le dijo al tribuno: “¿Me será
lícito hablarte algo?” Lisias replicó: “¿Sabes griego? ¿No eres tú
aquel egipcio que levantó una sedición antes de estos días, y sacó al
desierto cuatro mil hombres salteadores?” Entonces repuso Pablo:
“Yo de cierto soy hombre judío, ciudadano de Tarso, ciudad no
obscura de Cilicia: empero ruégote que me permitas que hable al
pueblo”.
Concedido el permiso, “Pablo, estando en pie en las gradas,
hizo señal con la mano al pueblo”. El ademán del apóstol atrajo la
atención del gentío, y su porte le inspiró respeto.—
Los Hechos de
los Apóstoles, 327 (PP), 336, 337 (ACES)
.
Su experiencia personal
—Si hubiera procurado discutir con
sus opositores, se habrían negado tercamente a escucharle. Pero el
relato de su experiencia fue acompañado de tan convincente poder,
que momentáneamente pareció enternecer y rendir los corazones.—
Los Hechos de los Apóstoles, 328 (PP), 337 (ACES)
.
Su sinceridad era evidente
—Con candidez y sinceridad decla-
ró el objeto de su visita a Jerusalén, y las circunstancias de su arresto
[417]
y juicio... El apóstol habló con fervor y evidente sinceridad, y sus
palabras eran convincentes.—
Los Hechos de los Apóstoles, 336,
337 (PP), 347 (ACES)
.
Su clara defensa ante Agripa
—Con claridad y poder Pablo
repasó ante Agripa, los principales acontecimientos relacionados
con la vida de Cristo en la tierra.—
Los Hechos de los Apóstoles,
348 (PP), 359 (ACES)
.
Su cortesía era verdadera
—Mirad a Pablo cuando compare-
ció ante los magistrados. Su discurso ante Agripa es dechado de
verdadera cortesía, y de persuasiva elocuencia.—
El Ministerio de
Curación, 390
.
Su precaución y bondad
—No dijo nada del maltrato que había
sufrido a manos de los judíos, o de los repetidos complots para
asesinarle. Sus palabras revelaron prudencia y bondad... Les relató
su propia experiencia, y les presentó argumentos de los escritos del