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Capítulo 62—Reformadores medievales
Wiclef
Fue un maestro y predicador capaz
—Era un maestro enten-
dido y abnegado, y predicador elocuente, cuya vida cotidiana era
una demostración de las verdades que predicaba. Su conocimiento
de las Sagradas Escrituras, la fuerza de sus argumentos, la pureza
de su vida, y su integridad y valor inquebrantables, le atrajeron la
estimación y la confianza de todos.—
Seguridad y Paz en el Conflicto
de los Siglos, 87
.
No sentía temor alguno
—Wiclef apeló de esa sentencia del
sínodo al parlamento; sin temor alguno demandó al clero ante el
concilio nacional, y exigió que se corrigieran los enormes abusos
[421]
sancionados por la iglesia. Con notable don de persuasión describió
las usurpaciones, y las corrupciones de la sede papal.—
Seguridad y
Paz en el Conflicto de los Siglos, 96
.
Era intrépido y humilde
—Sostuvo intrépido sus enseñanzas, y
rechazó los cargos de sus perseguidores. Olvidándose de sí mismo,
de su posición y de la ocasión, emplazó a sus oyentes ante el tribunal
divino, y pesó los sofismas y las imposturas de sus enemigos en la
balanza de la verdad eterna.—
Seguridad y Paz en el Conflicto de los
Siglos, 97
.
Hus
Era un predicador de las Santas Escrituras
—Mas otro fue
el campo en donde Hus principió a trabajar en busca de reformas.
Algunos años después de haber recibido las órdenes sacerdotales,
fue elegido predicador de la capilla llamada de Belén, en Bohemia.
El fundador de ésta había abogado, por considerarlo asunto de gran
importancia, en favor de la predicación de las Santas Escrituras en el
idioma del pueblo. No obstante la oposición de Roma, esta práctica
no había desaparecido del todo de Bohemia. Sin embargo, era mucha
la ignorancia respecto a la Biblia, y los peores vicios reinaban en
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