Página 288 - La Voz

Basic HTML Version

Capítulo 65—Cristo y el canto
Cristo fue victorioso sobre la tentación cuando era niño
Cuando Cristo era niño, como los que están aquí presentes, era
tentado a pecar, pero nunca cedió a la tentación. Mientras crecía
era tentado, pero los cantos que su madre le había enseñado, venían
a su mente y él elevaba su voz en alabanza. Y antes de que sus
compañeros se dieran cuenta, ellos también estaban cantando junto
con él. Dios quiere que usemos cada facilidad que el cielo nos ha
provisto, para resistir al enemigo.—
Manuscrito 65, 1901
.
Cantos de fe y santa alegría
—Durante su vida terrenal, Jesús
hizo frente a la tentación con un canto. A menudo, cuando se decían
palabras mordaces y ofensivas, cuando la atmósfera que lo rodeaba
[458]
era sombría a causa de la melancolía, el disgusto, la desconfianza o el
temor opresivo, se oía su canto de fe y santa alegría.—
La Educación,
166
.
Su comunión con el cielo mediante el canto
—Cristo descen-
dió a la pobreza, para poder enseñarnos cuán cerca podemos caminar
con Dios en nuestra vida diaria. El tomó la naturaleza humana para
poder simpatizar con todos los corazones. Fue capaz de simpatizar
con todos. Podía participar en el tráfago, cumplir su parte para sos-
tener a la familia en sus necesidades, acostumbrarse al cansancio,
y no obstante no demostrar impaciencia. Su espíritu nunca estuvo
tan lleno de cuidados mundanales, que no le dejara tiempo ni pensa-
miento, para las cosas celestiales. A menudo se comunicaba con el
cielo por medio del canto. Muchas veces los habitantes de Nazaret
escucharon su voz levantarse en oración y agradecimiento a Dios;
y los que se asociaban con él, que muchas veces se quejaban de
su cansancio, eran alegrados por la dulce melodía que salía de sus
labios.—
The Review and Herald, 24 de octubre de 1899
.
Saludaba el día con sus cantos
—El alba le encontraba a me-
nudo en algún retiro, sumido en la meditación, escudriñando las
Escrituras, o en oración. Con su canto daba la bienvenida a la luz
del día. Con himnos de acción de gracias amenizaba las horas de
284