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Los estudiantes y el don del habla
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constante vigilancia y disciplina ferviente, los jóvenes cristianos
pueden guardar su lengua del mal y sus labios de pronunciar engaño.
Debemos ser cuidadosos en no pronunciar incorrectamente nues-
tras palabras. Hay entre nosotros, hombres que en teoría saben evitar
el uso del lenguaje incorrecto, pero que en la práctica cometen fre-
cuentes errores.—
Consejos para los Maestros Padres y Alumnos
acerca de la Educación Cristiana, 226
.
Debemos hablar a todos con respeto
—La facultad del habla
es un precioso talento, y no debiera en ningún caso ser pervertido.
La lengua es un miembro indómito, pero no tiene que ser así. Ese
miembro que se usa impropiamente en el habla profana, debiera
convertirse para alabar a Dios. Si todos los estudiantes hicieran
esfuerzos decididos, para cambiar su modo de pensar, de hablar y
de actuar, en el círculo familiar, cohibiéndose de toda palabra que
no fuera bondadosa y cortés, y hablando con respeto a todos; si
siempre tuvieran en mente que se están preparando aquí, para llegar
a ser miembros de la familia en el cielo, ¡qué influencia reformadora
saldría de cada hogar!...
Si se siguen las inclinaciones naturales, provocarán inconsisten-
cias de conducta, discurso equivocado, desprecio de la Palabra de
Dios, lenguaje y pensamientos profanos.—
Manuscrito 77, 1897
.
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La escala de utilidad
—Los jóvenes y señoritas que se unen a
la iglesia, deben recibir una educación especial para su adaptación a
la obra. Pero si alguno sigue fomentando una tendencia inferior y
común en su conversación, no lo recibáis como obrero. Esa persona
hará más daño perjudicando a las otros obreros, de lo que se podría
hacer para neutralizar sus efectos... Las palabras, el espíritu, y la
actitud, determinan la escala de utilidad.—
The Review and Herald,
22 de marzo de 1898
.
[55]