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Capítulo 23—La revelación de Cristo
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Cristo, nuestro Salvador debe ser el tema de nuestra con-
versación
—No hablen de la maldad y la iniquidad que existen en
el mundo; en cambio, eleven la mente, y hablen de su Salvador.
Cuando vean la iniquidad alrededor de ustedes, alégrense más aún,
de que él es su Salvador y nosotros sus hijos.—
Mente, Carácter y
Personalidad 2:605
.
El tema principal: Cristo crucificado
—Cristo crucificado—
hable de ello, ore acerca de ello, cante de ello, y esto conmoverá
y ganará a las almas. Las frases formales, ya establecidas, la pre-
sentación de puros temas de argumentación, producen muy poco
bien.—
The Review and Herald, 2 de junio de 1903
.
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Pastos verdes para las ovejas del redil de Dios
—Muchas vo-
ces están defendiendo el error; defienda la vuestra, la verdad. Pre-
sentad temas que sean como verdes pastos, para las ovejas del redil
de Dios. No conduzcáis a vuestros oyentes por los yermos, donde
no se hallarán, más cerca de la fuente de agua viva, que antes de
oiros. Presentad la verdad tal cual es en Jesús, y las exigencias de la
ley y del Evangelio con claridad. Presentad a Cristo, el camino, la
verdad y la vida, y hablad de su poder para salvar, a todos los que
se alleguen a él. El Capitán de nuestra salvación está intercediendo
por su pueblo, no como quien, por sus peticiones, quisiera mover al
Padre a compasión, sino como vencedor, que pide los trofeos de su
victoria. El puede salvar hasta lo sumo a todos los que se alleguen a
Dios, por su medio.—
Obreros Evangélicos, 161, 162
.
La gracia y la salvación de Cristo
—¿Qué es más digno de em-
bargar la mente, que el plan de la redención? Es un tema inagotable.
El amor de Jesús, la salvación ofrecida por este amor infinito al
hombre caído, la santidad de corazón, la verdad preciosa y salvadora
para estos postreros días, la gracia de Cristo: éstos son temas que
pueden animar el alma, y hacer sentir a los puros de corazón, aquel
gozo que los discípulos sintieron, cuando Jesús vino y anduvo con
ellos mientras viajaban a Emaús.
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