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Formas negativas de hablar
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labras sagradas reverentemente, adquirirá la costumbre de hablar
cuidadosamente, sabiendo que hay un Testigo de cada palabra que
pronuncia. Cuando los sentimientos se excitan, y el habla se exagera,
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el modo de hablar siempre es extremo. Actúa y reacciona sobre
nosotros mismos.
La Palabra declara que “por tus palabras serás justificado, y por
tus palabras serás condenado”.
Mateo 12:37
. Si nuestras palabras
actúan sobre nosotros, actúan más poderosamente sobre otros. Hay
un gran daño que hacen las palabras pronunciadas. Sólo Dios mide
y conoce el resultado del modo de hablar descuidado y exagerado.
Hay mucha blasfemia efectuada en espíritu.—
A Fin de Conocerle,
139
.
Las frases insensatas y las interjecciones blasfemas
—La Pa-
labra de Dios condena también el uso de frases insensatas e interjec-
ciones rayanas en la irreverencia. Condena los cumplidos engañosos,
los subterfugios, las exageraciones, las tergiversaciones empleadas
en los negocios, comunes también en la vida social y en el mundo
comercial. “Mas sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que
pasa de esto, de mal procede”.
Mateo 5:37
. “Como el que enloquece,
y echa llamas y saetas y muerte, tal es el hombre que engaña a su
amigo, y dice: Ciertamente, lo hice por broma”.
Proverbios 26:18,
19
.
Intimamente ligada a la chismografía está la insinuación velada,
la disimulada indirecta por medio de la cual el corazón impuro
trata de sugerir el mal, que no se atreve a expresar abiertamente. Se
debería enseñar a los jóvenes a evitar todo lo que se parezca a esta
mala costumbre, tal como evitarían la lepra.—
La Educación, 236
.
[143]
El voto judicial
—Ví que las palabras de nuestro Señor: “No
juréis en ninguna manera”, no se refieren al voto judicial. “Sino
que vuestro ‘sí’ sea ‘sí’, y vuestro ‘no’ sea ‘no’. Lo que pasa de
esto, procede del maligno”. Esto se refiere a la conversación común.
Algunos exageran al hablar. Algunos juran por su vida; otros juran
por su cabeza—tan seguros como que viven; tan seguros como que
tienen cabeza. Algunos ponen de testigo al cielo y a la tierra, de que
lo que dicen es así. Algunos esperan que Dios les quite la existencia,
si lo que dicen no es verdad. Esta es la clase de juramentos comunes,
contra los cuales Jesús advierte a sus discípulos.—
Testimonies for
the Church 1:201
.
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