Página 105 - Joyas de los Testimonios 1 (1971)

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La religión en la familia
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verdad. Muchos ahuyentan a Cristo de sus familias por abrigar un
espíritu impaciente y apasionado. Los tales deben vencerse en este
respecto.
Me fué presentado el actual debilitamiento de la familia humana.
Cada generación se ha estado debilitando más y la enfermedad, bajo
todas sus formas, aflige a la especie humana. Miles de pobres mor-
tales, con cuerpos enfermizos, deformados, con nervios destrozados
y mentes sombrías, arrastran una mísera existencia. El poder de
Satanás sobre la familia humana aumenta. Si el Señor no viniese
pronto a quebrantar su poder, la tierra quedaría despoblada antes de
mucho.
Se me reveló que el poder de Satanás se ejerce especialmente
sobre los hijos de Dios. Muchos me fueron presentados en una
condición de duda y desesperación. Las enfermedades del cuerpo
afectan la mente. Un enemigo astuto y poderoso acompaña nuestros
pasos, y dedica su fuerza y habilidad a tratar de apartarnos del camino
recto. Y demasiado a menudo sucede que los hijos de Dios no están
en guardia y por lo tanto, ignoran sus designios. Satanás obra por
los medios que mejor le permiten ocultarse, y a menudo alcanza su
objeto.
Ciertos hermanos han invertido recursos en derechos de patentes
y otras empresas, y han inducido a interesarse por estas cosas a
otros que no pueden soportar la perplejidad y el cuidado de tales
negocios. Sus mentes ansiosas y recargadas afectan gravemente
sus cuerpos ya enfermizos y ceden al abatimiento, el cual crece
hasta llegar a la desesperación. Pierden toda confianza en sí mismos,
piensan que Dios los ha abandonado y no se atreven a creer que
será misericordioso con ellos. Estas pobres almas no serán dejadas
bajo el dominio de Satanás. Se abrirán paso a través de la lobreguez,
volverán a aferrar su fe temblorosa a las promesas de Dios; él las
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librará, trocará su pesar y tristeza en paz y alegría. Pero se me mostró
que los tales deben aprender, por las cosas que sufren, a dejar de lado
estos derechos de patentes y diversas empresas. No deben permitir
siquiera que sus hermanos los halaguen para enredarlos en tales
empresas; porque sus deseos no se materializarán, y luego serán
arrojados sobre el campo de batalla del enemigo desarmados para el
conflicto.