La religión en la familia
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alegría. Ella atiende mecánicamente a sus tareas diarias porque ve
que su trabajo debe ser hecho. Su falta de alegría y ánimo se siente
en todo el círculo de la familia. Hay muchas familias desdichadas
en las filas de los observadores del sábado. Los ángeles llevan las
vergonzosas nuevas al cielo, y el ángel registrador lo anota todo.
El esposo considerado
El esposo debe manifestar gran interés en su familia. Debe ser
especialmente cuidadoso de los sentimientos de una esposa débil.
Puede evitarle muchas enfermedades. Las palabras bondadosas, ale-
gres y alentadoras resultarán mucho más eficaces que las medicinas
más poderosas. Infundirán ánimo al corazón de la abatida y desani-
mada esposa, y la alegría infundida a la familia por los actos y las
palabras de bondad, recompensarán diez veces el esfuerzo hecho. El
esposo debiera recordar que gran parte de la carga de educar a sus
hijos recae sobre la madre, y que ella ejerce una gran influencia para
modelar sus mentes. Esto debe inducirle a manifestar los sentimien-
tos más tiernos, y a aliviar con solicitud sus cargas. Debe alentarla
a apoyarse en su afecto, y a dirigir sus pensamientos hacia el cielo,
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donde hay fuerza, paz y descanso final para los cansados. No debe
volver a la casa con la frente ceñuda, sino que su presencia debiera
brindar alegría a la familia y estimular a la esposa a mirar hacia
arriba y creer en Dios. Unidos, pueden aferrarse a las promesas de
Dios y atraer su rica bendición sobre la familia. La falta de bondad,
el espíritu de queja y la ira, apartan a Jesús de la morada. Vi que los
ángeles de Dios huirán de una casa donde se pronuncian palabras
desagradables y se manifiesta inquietud y disensión.
La esposa animosa
También se me ha mostrado que muchas veces la esposa comete
un grave error. Ella no realiza esfuerzos decididos para dominar su
propio genio y hacer feliz el hogar. Manifiesta a menudo inquietud
y profiere quejas innecesarias. El esposo llega de su trabajo cansado
y perplejo, y encuentra un rostro ceñudo en vez de palabras alegres
y alentadoras. El es humano, y sus afectos se apartan de su esposa.
Pierde el amor al hogar, su senda se obscurece y se desvanece su