Página 114 - Joyas de los Testimonios 1 (1971)

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Joyas de los Testimonios 1
tardará en arrancar este manto blanqueado de profesa santificación
con que algunas personas de mente carnal se han revestido para
ocultar la deformidad de su alma.
Se lleva un registro fiel de los actos de los hijos de los hombres.
Nada puede quedar oculto a los ojos del Santo y Sublime. Algunos
siguen una conducta que contraría directamente la ley de Dios, y
luego, para cubrir esta conducta pecaminosa, profesan estar consa-
grados a Dios. Esta profesión de santidad no se manifiesta en su vida
diaria. No tiende a elevar sus espíritus ni los induce a apartarse de
“toda forma de mal.”
1 Tesalonicenses 5:22 (VM)
. Somos espectácu-
lo para el mundo, los ángeles y los hombres. Se blasfema de nuestra
fe como consecuencia de la conducta tortuosa de los de ánimo car-
nal. Estos profesan una parte de la verdad, con lo cual adquieren
influencia, mientras que no se unen con aquellos que creen toda la
verdad y están unidos con ella. ¿Cuál ha sido la influencia del pastor
K***? ¿Cuáles han sido los frutos de su labor? ¿A cuántos ganó y
estableció en la verdad presente? ...
Me fué mostrado el caso del Sr. L***. El habla mucho acerca
de la santificación, pero se engaña a sí mismo, y otros se engañan
respecto a él. Su santificación tal vez le dure mientras está en la
reunión; pero no puede soportar la prueba. La santidad bíblica pu-
rifica la vida; pero el corazón de L*** no ha sido purificado. Hay
mal en su corazón y en su vida, y los enemigos de nuestra fe han
tenido ocasión de arrojar oprobio sobre los observadores del sábado.
Juzgan al árbol por sus frutos.
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“Antes quitamos los escondrijos de vergüenza, no andando con
astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino por manifestación de
la verdad encomendándonos a nosotros mismos a toda conciencia
humana delante de Dios.”
2 Corintios 4:2
.
Muchos obran directamente contra el pasaje citado. Andan con
astucia, y manejan engañosamente la Palabra de Dios. No ejem-
plifican la verdad en su vida. Sienten preocupación especial por la
santificación, pero desechan la Palabra de Dios. Oran, cantan y gri-
tan acerca de la santificación. Hombres de corazón corrupto asumen
aire de inocencia y profesan ser consagrados; pero esto no evidencia
que lo sean. Sus acciones testifican acerca de ellos. Sus conciencias
están cauterizadas; pero llegará el día del juicio de Dios y la obra de