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Joyas de los Testimonios 1
ensúciese todavía: y el que es justo, sea todavía justificado: y el
santo sea santificado todavía. Y he aquí, yo vengo presto, y mi
galardón conmigo, para recompensar a cada uno según fuere su
obra.”
Apocalipsis 22:11, 12
.
Satanás se ha aprovechado de las fábulas populares para ocul-
tarse. Se presenta a los pobres y engañados mortales mediante el
espiritismo moderno, el cual no impone limitaciones a los de ánimo
carnal, y cuando se sigue, separa las familias, crea celos y odio, y
concede libertad a las más degradantes propensiones. El mundo sabe
muy poco todavía de la influencia corruptora del espiritismo. Se
levantó el telón, y se me reveló gran parte de su obra devastadora. Vi
a algunas personas que habían tenido experiencia en el espiritismo, y
renunciado después a él, que se estremecen al considerar cuán cerca
se hallaron de la ruina completa. Habían perdido el dominio propio,
y Satanás las obligaba a hacer lo que detestaban. Pero aun dichas
personas tienen tan sólo una débil idea de lo que es el espiritismo.
Los ministros inspirados por Satanás pueden revestir con elocuencia
este monstruo abominable, ocultar su deformidad y hacerlo apare-
cer hermoso ante muchos. Pero proviene tan directamente de su
majestad satánica, que él sostiene tener el derecho de dominar a
cuantos tengan algo que ver con él, porque se han aventurado sobre
terreno prohibido y han perdido todo derecho a ser protegidos por
su Hacedor.
Algunas pobres almas, fascinadas por las palabras elocuentes
de los maestros del espiritismo, se entregan a su influencia; más
tarde descubren su carácter mortífero y quisieran renunciar a él y
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huir, pero no pueden. Satanás las retiene por su poder, y no quiere
dejarlas en libertad. El sabe que le pertenecen seguramente mientras
se hallan bajo su dominio especial, pero que una vez libres de su
poder, nunca las podría inducir a creer ya en el espiritismo, ni a
colocarse tan directamente bajo su dominio. La única manera en
que estas pobres almas pueden vencer a Satanás, consiste en dis-
cernir entre la pura verdad de la Biblia y las fábulas. Al reconocer
las exigencias de la verdad, se sitúan donde pueden ser ayudadas.
Debieran rogar a aquellos que han tenido experiencia religiosa, y
tienen fe en las promesas de Dios, que intercedan en su favor ante el
poderoso Libertador. Ello representará un conflicto reñido. Satanás
reforzará su contingente de ángeles malos que han dominado a estas