La educación debida
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sus facultades. Los animales necesitan ser adiestrados, porque no
tienen razón ni intelecto. Pero a la mente humana se le debe enseñar
el dominio propio. Debe educársela para que rija al ser humano,
mientras que los animales son controlados por un amo, y se les
enseña a someterse a él. El amo es mente, juicio y voluntad para la
bestia. Un niño puede educarse de tal manera que no tenga voluntad
propia, como el animal. Aun su individualidad puede fundirse con
la de aquel que dirige su adiestramiento; para todos los fines y
propósitos, su voluntad está sometida a la voluntad del maestro.
Los niños así educados serán siempre deficientes en energía
moral y responsabilidad individual. No se les ha enseñado a obrar
por la razón y los buenos principios; sus voluntades han sido con-
troladas por otros y su mente no ha sido despertada para que se
expanda y fortalezca por el ejercicio. Sus temperamentos peculiares
y capacidades mentales, no han sido dirigidos ni disciplinados para
ejercer facultades más poderosas cuando lo necesiten. Los maestros
no deben detenerse allí, sino que deben dar atención especial al
cultivo de las facultades más débiles, a fin de que se cumplan todos
los deberes, y se las desarrolle de un grado de fuerza a otro a fin de
que la mente alcance las debidas proporciones.
Debe enseñarse la confianza propia
En muchas familias, los niños parecen bien educados, mientras
están bajo la disciplina y el adiestramiento; pero cuando el sistema
que los sujetó a reglas fijas se quebranta, parecen incapaces de
pensar, actuar y decidir por su cuenta. Estos niños han estado durante
tanto tiempo bajo una regla férrea sin que se les permitiera pensar
o actuar por su cuenta en lo que les correspondía, que no tienen
confianza en sí mismos para obrar de acuerdo con su propio juicio
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u opinión. Y cuando se apartan de sus padres para actuar por su
cuenta, el juicio ajeno los conduce en dirección equivocada. No
tienen estabilidad de carácter. No se les ha hecho depender de su
propio juicio a medida que era posible, y por lo tanto su mente no
se ha desarrollado ni fortalecido debidamente. Han estado durante
tanto tiempo absolutamente controlados por sus padres, que fían
completamente en ellos; sus padres son para ellos mente y juicio.