La condición del mund
Me fué mostrada la condición del mundo, que está colmando
rápidamente su copa de iniquidad. Violencias y crímenes de toda
clase llenan nuestro mundo, y Satanás emplea todos los medios para
popularizar delitos y vicios degradantes. La juventud que recorre
las calles está rodeada de avisos y noticias de crímenes y pecado,
presentados en alguna novela o en algún teatro. Su mente se familia-
riza con el pecado. La conducta que siguen personas bajas y viles le
es recordada de continuo en las noticias de los periódicos del día,
y todo lo que puede excitar la curiosidad y despertar las pasiones
animales se presenta mediante historias emocionantes y excitantes.
Publicaciones procedentes de intelectos corrompidos envenenan
la mente de millares de habitantes de nuestro mundo. El pecado
no les parece excesivamente pecaminoso. Oyen y leen tanto con
referencia a los crímenes y vilezas degradantes, que su conciencia,
antes tierna y capaz de horrorizarse, se embota de tal manera que se
espacia ávidamente en los dichos y hechos de hombres viles y bajos.
“Como fué en los días de Noé, así también será en los días
del Hijo del hombre.”
Lucas 17:26
. Dios tendrá un pueblo celoso
para las buenas obras, firme en medio de las contaminaciones de
esta época de degeneración. Habrá un pueblo cuyos miembros se
aferrarán de tal manera a la fuerza divina que podrán resistir a toda
tentación. Los malos anuncios que se ven en llamativos carteles
pueden tratar de hablar a sus sentidos y corromper su mente, pero
estarán de tal manera unidos con Dios y los ángeles que serán como
quienes no ven ni oyen. Tienen que hacer una obra que nadie puede
hacer por ellos, la cual consiste en pelear la buena batalla de la fe y
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echar mano de la vida eterna. No tendrán confianza en sí mismos, ni
suficiencia propia. Conociendo su debilidad, unirán su ignorancia a
la sabiduría de Cristo, su debilidad a su fuerza.
Testimonios para la Iglesia 3:471-474 (1875)
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