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Joyas de los Testimonios 1
Entre el pueblo de Dios no debe reinar la confusión, ni carecerse
de orden, armonía, consecuencia y belleza. Se deshonra muchísimo
al Señor cuando existe desunión entre su pueblo. La verdad es una
unidad. Debemos cultivar día tras día la unión que Dios requiere
si queremos contestar la oración de Cristo. La desunión que trata
de surgir entre aquellos que profesan creer el último mensaje de
misericordia que ha de ser dado al mundo, no debe hallar lugar;
pues sería un temible estorbo para el progreso de la obra de Dios.
Sus siervos han de ser uno, como Cristo es uno con el Padre; sus
facultades, iluminadas, inspiradas y santificadas, deben fusionarse
para constituir un todo completo. Los que aman a Dios y guardan
sus mandamientos no han de separarse, sino unirse
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Testimonios para la Iglesia 8:174, 175 (1904)
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