Página 66 - Joyas de los Testimonios 1 (1971)

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Joyas de los Testimonios 1
El número de esta hueste había disminuído. Con el zarandeo,
algunos fueron dejados a la vera del camino
Los descuidados e
indiferentes que no se unieron con quienes apreciaban la victoria
y la salvación lo bastante para perseverar en anhelarlas clamando
angustiosamente por ellas, no las obtuvieron y quedaron rezagados
en tinieblas; pero sus lugares fueron ocupados en seguida por otros,
que se afiliaron a la hueste que había aceptado la verdad. Los ángeles
malignos seguían agrupándose en su derredor, pero ningún poder
tenían sobre ellos
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Oí que los revestidos de la armadura proclamaban la verdad
con gran poder, y ella producía su efecto. Vi a las personas que
habían estado atadas: algunas esposas por sus consortes, y algunos
hijos por sus padres. Los sinceros, a quienes hasta entonces se les
había impedido oír la verdad, se adhirieron ardientemente a ella.
Desvanecióse todo temor a los parientes. Tan sólo la verdad les
parecía sublime, y la valoraban más que la misma vida. Habían
tenido hambre y sed de verdad. Pregunté por la causa de tan profunda
mudanza y un ángel me respondió: “Es la lluvia tardía; el refrigerio
de la presencia de Dios; el potente pregón del tercer ángel.”
Formidable poder tenían aquellos escogidos. Dijo el ángel: “Mi-
rad.” Vi a los impíos, malvados e incrédulos. Estaban todos muy
excitados. El celo y poder del pueblo de Dios los había enfurecido.
Cundía entre ellos la confusión. Vi que tomaban medidas contra la
hueste que tenía la luz y el poder de Dios. Pero esta hueste, aun-
que rodeada por densas tinieblas, se mantenía firme, aprobada por
“Yo conozco tus obras, que ni eres frío, ni caliente. ¡Ojalá fueses frío, o caliente!
Mas porque eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Porque tú dices: Yo
soy rico, y estoy enriquecido, y no tengo necesidad de ninguna cosa; y no conoces que tú
eres un cuitado y miserable y pobre y ciego y desnudo.”
Apocalipsis 3:15-17
.
“Porque no tenemos lucha contra sangre y carne; sino contra principados, contra
potestades, contra señores del mundo, gobernadores de estas tinieblas, contra malicias
espirituales en los aires. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis
resistir en el día malo y estar firmes, habiendo acabado todo. Estad pues firmes, ceñidos
vuestros lomos de verdad, y vestidos de la cota de justicia. Y calzados los pies con el
apresto del evangelio de paz; sobre todo, tomando el escudo de la fe con que podáis
apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de salud y la espada del
Espíritu; que es la palabra de Dios. Orando en todo tiempo con toda deprecación y súplica
en el Espíritu y velando en ello con toda instancia y suplicación por todos los santos.”
Efesios 6:12-18
.