La mente, la ciudadela
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hábito por ignorar el daño que les está produciendo, pero cuando
se les presenta el problema en su verdadera luz, son culpables ante
Dios si continúan complaciendo este grosero apetito.—
4SG 126
(1864)
.
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Esclavos del alcohol y de las drogas
Por todas partes, Satanás procura atraer a los jóvenes al camino
de la perdición, y si puede colocar una vez los pies de ellos en el
camino, los apresura en su curso descendente guiándolos de un
libertinaje a otro, hasta que sus víctimas pierden la sensibilidad de la
conciencia y no tienen mas temor de Dios delante de sus ojos. Cada
vez tienen menos dominio propio. Se entregan al vino y al alcohol, al
tabaco y al opio, y van de un grado de disipación a otro. Son esclavos
del apetito. Aprenden a despreciar consejos que una vez respetaron.
Se revisten de fanfarronería y se jactan de ser libres, cuando son
los esclavos de la corrupción. Por libertad quieren decir que son
esclavos del egoísmo, del apetito depravado y del libertinaje.—
The
Signs of the Times, 22 de junio de 1891
;
La Temperancia, 243
.
Las armas de Satanás
La complacencia de los apetitos carnales batalla contra el alma.
El apóstol, de la manera más impresionante, se dirige a los cristianos:
“Por lo tanto, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios,
que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable
a Dios”.
Romanos 12:1
. Si el cuerpo está inundado por el licor
y la contaminación del tabaco, no es santo ni aceptable a Dios.
Satanás sabe que no lo puede ser, y por esta razón presiona con sus
tentaciones a los hombres en cuanto al apetito, para poder llevarlos a
la esclavitud de sus propensiones y, de esa manera, obrar su ruina.—
The Review and Herald, 8 de septiembre de 1874
.
El factor decisivo de la pasión y el apetito
Si los hombres y las mujeres inteligentes tienen sus facultades
morales entorpecidas por cualquier clase de intemperancia son poco
superiores a los paganos en muchos de sus hábitos. Satanás desvía
constantemente a la gente de la luz salvadora a las costumbres y