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Mente, Carácter y Personalidad 1
del corazón o contestar las preguntas que se suscitan en la mente. Si
obtienen un conocimiento de la Palabra de Dios y le prestan aten-
ción, los hombres pueden elevarse de las más bajas profundidades
de la degradación hasta llegar a ser hijos de Dios, compañeros de los
ángeles sin pecado.—
Consejos para los Maestros Padres y Alumnos
acerca de la Educación Cristiana, 52 (1913)
.
Las parábolas han de impresionar y despertar las mentes
Dios quiere que nuestras mentes sean impresionadas, despertadas
e instruidas por sus sagradas parábolas. Desea que la naturaleza
contrarreste los intentos de divorciar la ciencia del cristianismo
bíblico. Desea que las cosas de la naturaleza que captan nuestros
sentidos, retengan la atención e impresionen verdades celestiales
sobre la mente.—
The Youth’s Instructor, 6 de mayo de 1897
.
La Biblia no tiene rival
Como poder educador la Biblia no tiene rival. Nada impartirá
tal vigor a todas las facultades como el exigir a los estudiantes que
capten las estupendas verdades de la revelación. La mente se adapta
gradualmente a los temas sobre los que se le permite detenerse.
Si se la ocupa solo con cosas comunes, con la exclusión de temas
grandiosos y elevados, se empequeñecerá y debilitará. Si nunca se le
exige que luche con problemas difíciles o se esfuerce por comprender
verdades importantes, después de un tiempo casi habrá perdido el
poder de crecer.—
Testimonies for the Church 5:24 (1882)
.
Aceptarla con fe sencilla
Dios desea que el ser humano ejercite sus facultades de racioci-
nio; y el estudio de la Biblia fortalecerá y elevará el intelecto como
ningún otro estudio puede hacerlo. Es el mejor ejercicio intelectual y
espiritual para la mente humana. Sin embargo, no debemos endiosar
la razón, que está sujeta a la debilidad y flaqueza de la humanidad.
Si no queremos que las Escrituras queden veladas para nuestro
entendimiento, de manera que no podamos comprender las más cla-
ras verdades, debemos tener la sencillez y fe de un niñito, estar listos
para aprender y solicitar la ayuda del Espíritu Santo. Un sentido del