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El estudio de la Biblia y la mente
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poder y la sabiduría de Dios y de nuestra incapacidad para compren-
der su grandeza, debe inspirarnos humildad, y tenemos que abrir su
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Palabra con tanta reverencia como si entráramos en su presencia.
Cuando acudimos a la Biblia, la razón ha de reconocer una autoridad
superior a ella, y el corazón y el intelecto deben inclinarse ante el
gran YO SOY.—
Joyas de los Testimonios 2:308 (1889)
.
No estudie nada que arroje dudas a la palabra de Dios
Jesucristo es nuestra piedra de toque espiritual. Él revela al Pa-
dre. No se debería alimentar el cerebro con nada que arroje dudas
con respecto a la Palabra de Dios. No es sabio que seamos descui-
dados en cuanto al cultivo de nuestro corazón. La mente debe estar
preparada para apreciar la obra y las palabras de Cristo, porque él
vino del cielo para despertar un deseo y dar el pan de vida a todos
los que tienen hambre del conocimiento espiritual.—
Manuscrito 15,
1898
.
Las escrituras reconocen la libertad de elección moral de los
seres humanos
Cuando investigamos la Palabra de Dios, los ángeles están a
nuestro lado, reflejando brillantes rayos de luz sobre sus páginas
sagradas. Las Escrituras se dirigen al ser humano porque tiene poder
de elegir entre el bien y el mal; le hablan con advertencias, repro-
ches, ruegos y palabras de aliento. Hemos de ejercitar la mente con
las solemnes verdades de la Palabra de Dios, o se debilitará [...].
Necesitamos examinar y conocer por nosotros mismos las razones
de nuestra fe comparando pasaje con pasaje. Tomen la Biblia, y
sobre sus rodillas, rueguen a Dios que ilumine sus mentes.—
The
Review and Herald, 4 de marzo de 1884
.
La mente encuentra su desarrollo más noble
Si la Biblia fuera estudiada como debiera serlo, los seres hu-
manos llegarían a ser de intelecto fuerte. Los temas tratados en la
Palabra de Dios, la digna sencillez de su lenguaje, los nobles temas
que presenta a la mente, desarrollan facultades en el ser humano
que no podrían desarrollarse de otro modo. En la Biblia se abre