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Mente, Carácter y Personalidad 1
un campo sin límites para la imaginación. El estudiante llegará,
al contemplar sus grandes temas, a relacionarse con sus elevadas
imágenes, a ser más puro y elevado en pensamiento y sentimiento
que si hubiera pasado el tiempo leyendo cualquier obra de origen
meramente humano, por no decir nada de los de carácter superficial.
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Las mentes juveniles no alcanzan su desarrollo más noble cuando
descuidan la más grande fuente de sabiduría, la Palabra de Dios.
La razón por la que tenemos pocos hombres de mente buena, de
estabilidad y de valor sólido, es porque no se teme a Dios, no se ama
a Dios, y los principios de la religión no son puestos en práctica en
la vida como debieran serlo.—
Fundamentals of Christian Education,
165 (1890)
.
Busquen sus tesoros escondidos
La Biblia, tal como está escrita, ha de ser nuestra guía. No hay
nada mejor para ampliar la mente y fortalecer el intelecto que el
estudio de la Biblia. Ningún otro estudio elevará tanto el alma y vi-
gorizará las facultades como el estudio de los oráculos vivientes. Las
mentes de miles de ministros del evangelio se empequeñecen porque
se les permite detenerse en cosas comunes, y no se ejercitan en
escudriñar los tesoros escondidos de la Palabra de Dios. Al conducir
la mente al estudio de la Palabra de Dios, aumentará la comprensión
y se desarrollarán los poderes superiores para comprender la verdad
superior y ennoblecedora.
La mente se empequeñece o se expande de acuerdo con el ca-
rácter de los temas con los cuales se familiariza. Si la mente no
es impulsada a hacer esfuerzos vigorosos y persistentes en procura
de comprender la verdad comparando un pasaje con otro, segura-
mente se contraerá y perderá su tono. Deberíamos dedicar nuestras
mentes a la tarea de buscar las verdades que no están en la misma
superficie.—
The Review and Herald, 28 de septiembre de 1897
.
La Biblia dirige la vida rectamente
La Biblia entera es una revelación de la gloria de Dios en Cristo.
Aceptada, creída y obedecida, constituye el gran instrumento para
la transformación del carácter. Es el gran impulso, la fuerza que