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Mente, Carácter y Personalidad 1
es llevada del cerebro a otras partes del cuerpo.—
El Evangelismo,
479 (1899)
.
Todos los estudiantes tienen que hacer ejercicio
Todo estudiante debe dedicar una porción de cada día a un trabajo
físico activo. Así se adquirirían hábitos de aplicación y laboriosidad,
y se formaría un espíritu de confianza propia, al mismo tiempo que
se escudaría al joven contra muchas prácticas malas y degradantes
que muy a menudo son resultados del ocio. Todo esto cuadra con
el fin principal de la educación; porque al estimular la actividad, la
diligencia y la pureza, nos ponemos en armonía con el Creador.—
Historia de los Patriarcas y Profetas, 651 (1890)
.
Se puede estudiar con provecho tanto la preparación física como
la disciplina religiosa que se practicaban en las escuelas de los
hebreos. El valor de esta educación no se aprecia debidamente. Hay
una estrecha relación entre la mente y el cuerpo, y para alcanzar
un alto nivel de dotes morales e intelectuales, debemos acatar las
leyes que gobiernan nuestro ser físico. Para alcanzar un carácter
fuerte y bien equilibrado, es preciso que ejercitemos y desarrollemos
nuestras fuerzas, tanto mentales como corporales. ¿Qué estudio
puede ser más importante para los jóvenes que el de este maravilloso
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organismo que Dios nos ha encomendado y de las leyes por las
cuales ha de conservarse en buena salud?—
Historia de los Patriarcas
y Profetas, 650 (1890)
.
El ejercicio físico da vida
Cuando el cuerpo no está en actividad, la sangre fluye pere-
zosamente y los músculos disminuyen en medida y poder [...]. El
ejercicio físico, el aire puro y la luz solar—bendiciones que el cielo
ha derramado abundantemente sobre todos—le proporcionarían vida
y fuerza a más de un extenuado discapacitado [...]. El trabajo es
una bendición y no una maldición. El trabajo diligente resguarda
a muchos, jóvenes y viejos, de las trampas de aquel que “encuen-
tra algún mal para que hagan las manos ociosas”. Que ninguno se
avergüence del trabajo, porque el trabajo honrado es ennoblecedor.
Mientras las manos están ocupadas en las tareas más comunes, la