Factores emocionales
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No hemos de absorbernos en el estudio de nuestras emociones
No es prudente que nos miremos a nosotros mismos y que es-
tudiemos nuestras emociones. Si lo hacemos, el enemigo nos pre-
sentará dificultades y tentaciones que debiliten la fe y aniquilen el
valor. El fijarnos más de lo debido en nuestras emociones y ceder
a nuestros sentimientos es exponernos a la duda y enredarnos en
perplejidades. En vez de mirarnos a nosotros mismos, miremos a
Jesús.—
El Ministerio de Curación, 193 (1905)
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