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Mente, Carácter y Personalidad 1
a emprender un verdadero servicio por él. Los jóvenes de corazón
recto que se deleitan en aprender en la escuela de Cristo, pueden
hacer una gran obra por el Maestro si tan solo quieren prestar oído a
la orden del Capitán, tal como ha resonado a lo largo de las filas hasta
nuestro tiempo: “Portaos varonilmente y esforzaos”.
1 Corintios
16:13
.—
The Review and Herald, 16 de junio de 1891
;
Mensajes
para los Jóvenes, 20, 21
.
Peligro de descuidar la educación y la preparación especial
Los jóvenes que desean entrar en el campo como pastores o
colportores, deben recibir antes un nivel adecuado de preparación
mental, como también una preparación especial para su vocación.
Aquellos que no están educados, preparados y refinados, no están
listos para entrar en el campo donde personas de mucha influencia
por sus talentos y educación combaten contra las verdades de la
Palabra de Dios. No pueden tampoco arrostrar con éxito las extrañas
formas del error, religiosas y filosóficas combinadas, cuyo desen-
mascaramiento requiere conocimiento tanto de la verdad científica
como de la bíblica.—
EC 476 (1885)
.
Ser brillantes no es garantía de éxito
No es verdad que los jóvenes brillantes siempre tienen el mayor
éxito. Muy a menudo los hombres de talento y educación han sido
puestos en cargos de confianza y han fracasado. Su brillo tenía la
apariencia del oro, pero cuando se lo probó, demostró ser nada más
que oropel y escoria. Por su infidelidad fracasaron en su trabajo.
No fueron diligentes y perseverantes y no fueron al fondo de las
cosas. No estuvieron dispuestos a comenzar en el escalón inferior de
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la escalera y, con esfuerzo paciente, a ascender escalón tras escalón
hasta alcanzar la cima. Caminaron al resplandor de sus propias
chispas. No dependieron de la sabiduría que únicamente Dios puede
dar. Su fracaso no se debió a que no tuvieron una oportunidad, sino
a que no tuvieron una mente sobria. No sintieron que las ventajas de
la educación eran de valor para ellos, y por lo tanto no avanzaron
como pudieron haberlo hecho en el conocimiento de la religión y
de la ciencia. Su mente y su carácter no fueron equilibrados por