Peligros que enfrenta la juventud
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espirituales de conocimiento divino que tiene el alma para poder
crecer en la gracia.—
Testimonies for the Church 1:496, 497 (1867)
.
La complacencia debilita la fuerza mental
El mismo Testigo que registró la profanidad de Belsasar está
presente con nosotros dondequiera que vayamos. Joven, señorita,
puedes no darte cuenta de que Dios te está mirando; puedes sentirte
en libertad de expresar con hechos los impulsos del corazón natural,
puedes complacer tu liviandad y frivolidad, pero de todas estas cosas
tendrás que dar cuenta. Según lo que siembras cosecharás, y si
estás eliminando el fundamento de tu casa, quitando a tu cerebro su
alimento y a tus nervios su poder, por la disipación y la complacencia
del apetito y la pasión, tendrás que rendir cuentas a quien dice: “Yo
conozco tus obras”.
Apocalipsis 3:15
.—
The Review and Herald, 29
de marzo de 1892
.
El placer indiscriminado empequeñece la mente
Del mismo modo que el comer apresuradamente el alimento
temporal es perjudicial para la salud física, el tragar ávidamente todo
lo que tenga la apariencia de placeres, empequeñece la mente y la
lleva a rechazar el alimento espiritual que se le presenta. Se educa
la mente para anhelar placeres así como el ebrio anhela un vaso de
licor. Parece imposible resistir la tentación. El pensamiento sobrio
es disgustante porque la presentación no es satisfactoria. No hay
nada placentero en la idea de leer y estudiar las palabras de vida
eterna.—
Carta 117, 1901
.
[315]
Entretenimientos peligrosos
Cualquier entretenimiento que los inhabilita para la oración se-
creta, para la devoción en el altar de la oración o para tomar parte en
la reunión de oración no es segura, sino peligrosa.—
Testimonies for
the Church 3:223 (1872)
.