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Mente, Carácter y Personalidad 1
Consejo a alguien que imaginaba sufrir un mal inexistente
La hermana D ha sido engañada en algunas cosas. Ella pensó que
Dios le dio instrucción en un sentido especial, y ambos han creído y
actuado de acuerdo con esto. El discernimiento que ella pensó que
poseía en un sentido
especial
es un engaño del enemigo. Ella por
naturaleza es rápida para ver, rápida para comprender y rápida para
prever, y es de una naturaleza muy sensible. Satanás ha aprovechado
estos rasgos de carácter y los ha descarriado a ambos.
Hermano D, usted ha sido un esclavo por bastante tiempo. Mu-
cho de lo que la hermana D pensó que era discernimiento ha sido
celos. Ella ha estado dispuesta a considerar todo con ojos celosos,
a tener sospechas, imaginando el mal, desconfiando de casi todas
las cosas. Esto produce desdicha mental, desaliento y dudas, donde
deberían existir la fe y la confianza. Estos indeseables rasgos de
carácter encaminan sus pensamientos por un canal tenebroso, donde
se complace en anticipar el mal, mientras un temperamento muy
sensible la conduce a imaginar la negligencia, el desprecio y el daño,
cuando no existen [...].
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Estos rasgos de carácter desdichados, junto a una voluntad fuerte
y decidida, deben ser corregidos y reformados, o finalmente lograrán
que ambos sufran el naufragio de su fe.—
Testimonies for the Church
1:708, 709 (1868)
.
No nos espaciemos en el poder de Satanás
Contemplando es como somos transformados. Espaciándonos en
el amor de Dios y de nuestro Salvador, admirando la perfección del
carácter divino y apropiándonos la justicia de Cristo por la fe, hemos
de ser transformados a su misma imagen. Por lo tanto, no reunamos
todos los cuadros desagradables, las iniquidades, las corrupciones
y los desalientos, pruebas del poder de Satanás, para grabarlos en
nuestra memoria, para hablar de ellos y lamentarlos hasta que nues-
tra almas estén llenas de desaliento. Un alma desalentada está en
tinieblas, y no solo deja de recibir ella misma la luz de Dios, sino
que impide que llegue a otros. Satanás se deleita viendo los cua-
dros de los triunfos que obtiene al restar fe y aliento a los seres
humanos.—
Joyas de los Testimonios 2:341, 342 (1889)
.