Página 38 - Mente, Car

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Capítulo 1—Su importancia
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La obra más delicada
Tratar con las mentes humanas es la obra más delicada en la cual
los seres humanos estuvieron alguna vez ocupados.—
Testimonies
for the Church 3:269 (1873)
.
Conocer las leyes que rigen la mente y el cuerpo
Es deber de toda persona, para su propio bien y el de la humani-
dad, conocer las leyes de la vida y obedecerlas con toda conciencia.
Todos necesitan conocer el organismo más maravilloso: el cuerpo
humano. Tienen que comprender las funciones de los diversos órga-
nos y como estos dependen unos de otros para que todos actúen con
salud. Necesitan estudiar la influencia de la mente sobre el cuerpo, la
del cuerpo sobre la mente, y las leyes que los rigen.—
El Ministerio
de Curación, 89, 90 (1905)
.
Educar y disciplinar la mente
No importa de quién se trate [...] el Señor les ha bendecido con
facultades intelectuales capaces de ser desarrolladas. Cultiven sus
talentos con fervor perseverante. Eduquen y disciplinen la mente
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por el estudio, la observación y la meditación. No podrán entrar en
contacto con la mente de Dios a menos que ustedes usen todas sus
facultades. Las capacidades mentales se fortalecerán y desarrollarán
si salen a trabajar con el temor de Dios, con humildad, y con una
ferviente oración. Un propósito definido obrará milagros.—
Notas
Biográficas de Elena G. de White, 302, 303 (1915)
.
El potencial de la mente disciplinada
Tiene que practicar el dominio propio [...]. Una mente común,
bien disciplinada, efectuará una obra mayor y más elevada que
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