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Mente, Cáracter y Personalidad 1
también las mujeres, hubieran continuado cultivando la considera-
ción, la atención, las bondadosas palabras de aprecio, y las pequeñas
cortesías de la vida que mantuvieron vivo el amor y que sintieron
que eran necesarias cuando estaban conquistando a las compañeras
elegidas.
Si el esposo y la esposa sólo continuaran cultivando estas aten-
ciones que nutren el amor, serían felices en su compañía mutua y
tendrían una influencia santificadora sobre sus familias. Tendrían
entre sí un pequeño mundo de felicidad y no desearían salir de ese
mundo para buscar nuevas atracciones y nuevos objetos de su amor.
Muchas esposas han enfermado y muerto prematuramente por falta
de palabras de estímulo, de simpatía y de amor manifestadas en
atenciones y palabras bondadosas.—
Carta 27, 1872
.
El esposo puede cerrar la puerta a la enfermedad
—El esposo
debe manifestar gran interés en su familia. Debe ser especialmente
cuidadoso de los sentimientos de una esposa débil. Puede evitarle
muchas enfermedades. Las palabras bondadosas, alegres y alentado-
ras resultarán mucho más eficaces que las medicinas más poderosas.
Infundirán ánimo al corazón de la abatida y desanimada esposa, y la
alegría infundida a la familia por los actos y las palabras de bondad,
recompensarán diez veces el esfuerzo hecho.
El esposo debiera recordar que gran parte de la carga de educar
a sus hijos recae sobre la madre, y que ella ejerce una gran influen-
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cia para modelar sus mentes. Esto debe inducirle a manifestar los
sentimientos más tiernos, y aliviar con solicitud sus cargas. Debe
alentarla a apoyarse en su afecto, y a dirigir sus pensamientos hacia
el cielo, donde hay fuerza, paz y descanso final para los cansados.
No debe volver a la casa con la frente ceñuda, sino que su pre-
sencia debiera brindar alegría a la familia y estimular a la esposa
a mirar hacia arriba y creer en Dios. Unidos, pueden aferrarse a
las promesas de Dios y atraer su rica bendición sobre la familia.
La falta de bondad, el espíritu de queja y la ira, apartan a Jesús de
la morada. Vi que los ángeles de Dios huirán de una casa donde
se pronuncian palabras desagradables y se manifiesta inquietud y
disensión.—
Joyas de los Testimonios 1:105, 106 (1862)
.
El esposo, cabeza de la familia
—El esposo y padre es cabeza
de la familia. Es justo que la esposa busque en él amor, simpatía
y ayuda para la educación de los hijos, pues son de él tanto como