Página 319 - Mente, C

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Equilibrio en la educación
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Los edificadores del carácter no deben olvidarse de poner un
fundamento que permita que la educación sea del máximo valor.
Exigirá abnegación, pero hay que hacerlo. El adiestramiento físico,
debidamente dirigido, prepara para el trabajo mental intenso. Pero
cuando se atiende uno solo de estos factores, el resultado es siempre
un ser humano deficiente.
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El trabajo físico intenso, combinado con el esfuerzo mental,
mantiene la mente y el ánimo en mejores condiciones de salud, y
el trabajo se hace mucho mejor. Con esta preparación, los alumnos
saldrán de nuestros colegios educados para la vida práctica, aptos
para emplear sus facultades intelectuales de la mejor manera. El
ejercicio físico y el mental deben combinarse si queremos hacer
justicia a nuestros alumnos. Aquí hemos estado cumpliendo este
plan satisfactoriamente, a pesar de la incomodidad con que trabajan
los alumnos.—
Testimonios para los Ministros, 241, 242 (1895)
.
Muchos no comprenden los verdaderos principios
—Muchos
estudiantes están tan apurados por completar su educación que no
son cabales en nada de lo que emprenden. Pocos tienen el suficiente
valor y dominio propio como para actuar por principios. La mayoría
de los alumnos dejan de entender el verdadero objetivo de la edu-
cación, y por ello dejan de actuar como para alcanzarlo. Se aplican
al estudio de las matemáticas o de las lenguas, mientras descuidan
el estudio mucho más esencial para la felicidad y el éxito de la vi-
da. Muchos que pueden explorar las profundidades de la tierra con
el geólogo o atravesar los cielos con el astrónomo no muestran el
menor interés en el maravilloso mecanismo de su propio cuerpo.
Otros pueden decir cuántos huesos hay en el esqueleto humano y
describir correctamente cada órgano del cuerpo, y sin embargo son
tan ignorantes de las leyes de la salud y la curación de las enferme-
dades, como si la vida fuera controlada por el destino ciego en lugar
de serlo mediante leyes definidas e invariables.—
The Signs of the
Times, 23 de enero de 1893
;
Fundamentals of Christian Education,
71, 72
.
La educación no es sólo la del cerebro
—Los alumnos que han
obtenido conocimiento de los libros sin adquirir un conocimiento del
trabajo práctico no pueden aseverar que tienen una educación simé-
trica. Las energías que debieran haberse consagrado a los quehaceres
de diversos ramos, han sido descuidadas. La educación no consiste