Página 146 - Mensajes Selectos Tomo 1 (1966)

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Mensajes Selectos Tomo 1
Dios, y lo hacen en casi cada asunto, y si caen en el descuido, la
ligereza, el egoísmo, la ambición y el orgullo, y si corrompen sus
caminos delante del Señor, ¿cómo puede darles otro derramamiento
de su Espíritu Santo?
Dios tiene las más ricas bendiciones para los suyos, pero no
puede prodigárselas hasta que sepan cómo tratar el precioso don
manifestando las alabanzas de Aquel que los ha llamado de las
tinieblas a su luz admirable. “Por tanto, nosotros también, teniendo
en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de
todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia
la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el
autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él
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sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del
trono de Dios”.
Hebreos 12:1, 2
. Una parte del gozo que fue puesto
delante de Cristo fue el gozo de ver su verdad, provista del poder
omnipotente del Espíritu Santo, impresionando su imagen en la vida
y el carácter de sus seguidores.
Las inteligencias divinas cooperan con los instrumentos humanos
mientras éstos tratan de magnificar la ley y hacerla honorable. La
ley del Señor es perfecta, que convierte el alma. Es en el alma
convertida donde el mundo ve un testimonio viviente. Siendo esto
así, ¿daremos lugar al Señor del cielo para que actúe? ¿Encontrará
un lugar en el corazón de los que pretenden creer la verdad? Su pura
y desinteresada benignidad, ¿hallará una respuesta en el instrumento
humano? ¿Verá el mundo un despliegue de la gloria de Cristo en los
caracteres de los que profesan ser sus discípulos? ¿Será favorecido y
glorificado Cristo al ver que su propia simpatía y amor se vierten en
raudales de bondad y verdad mediante sus instrumentos humanos?
Al implantar su Evangelio en el corazón, Dios está prodigando los
recursos del cielo para la bendición del mundo. “Nosotros somos
colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de
Dios”.
1 Corintios 3:9
.
¿Qué ha hecho la rica bendición de Dios para los que fueron
humildes y contritos de corazón para recibirla? ¿Ha sido apreciada
la bendición? Los que la recibieron, ¿han manifestado las alabanzas
de Aquel que los ha sacado de las tinieblas a su luz admirable? Hay
algunos que ya están poniendo en duda la obra que fue tan buena y