Página 163 - Mensajes Selectos Tomo 1 (1966)

Basic HTML Version

Qué predicar y qué no predicar
159
asegurado a los presentes que “el que no escatimó ni a su propio
Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará
también con él todas las cosas?”
Romanos 8:32
.
Satanás está determinado a que los hombres no vean el amor
de Dios que lo indujo a dar a su Unigénito para salvar a la raza
perdida, pues es la bondad de Dios la que guía a los hombres al
arrepentimiento. ¿Cómo tendremos éxito en presentar delante del
mundo el profundo y precioso amor de Dios? En ninguna otra forma
podremos abarcarlo, a menos que exclamemos: “Mirad cuál amor
nos ha dado el Padre, que seamos llamados hijos de Dios”.
1 Juan
3:1
. Digamos a los pecadores: “He aquí el Cordero de Dios, que
quita el pecado del mundo”.
Juan 1:29
. Presentando a Jesús como el
representante del Padre, podremos despejar la sombra que Satanás
ha proyectado sobre nuestro sendero a fin de que no veamos la
misericordia y el inexpresable amor de Dios como se manifiestan en
Jesucristo. Mirad a la luz del Calvario. Es una promesa permanente
del ilimitado amor, de la infinita misericordia del Padre celestial.—
Manuscrito 154, 1897
.
El Espíritu Santo
Cristo, el gran Maestro, tuvo una infinita variedad de temas para
elegir, pero del que más se ocupó fue de la dádiva del Espíritu Santo.
Cuán grandes cosas predijo para la iglesia debido a ese don. Sin
[184]
embargo ¿cuál es el tema que menos se trata ahora? ¿Qué promesa
es la que menos se cumple? Ocasionalmente se da un discurso sobre
el Espíritu Santo, y luego se deja el tema para una consideración
posterior.—
Manuscrito 20, 1891
.
Enseñad los pasos de la conversión
Los ministros necesitan usar una forma más clara y sencilla para
presentar la verdad como es en Jesús. Su propia mente necesita
comprender más plenamente el gran plan de la salvación. Entonces
podrán apartar las mentes de sus oyentes de las cosas terrenales a
las espirituales y eternas. Hay muchos que desean saber qué deben
hacer para ser salvos. Necesitan una sencilla y clara explicación
de los pasos requeridos en la conversión, y no debiera presentarse