La ley y el evangelio
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mirar ese rostro glorificado. Cuando Moisés supo que el pueblo no
podía mirar su rostro debido a su gloria, lo cubrió con un velo.
La gloria del rostro de Moisés fue grandemente penosa para los
hijos de Israel debido a sus transgresiones de la santa ley de Dios.
Esto es una ilustración de los sentimientos de los que violan la ley
de Dios. Desean apartarse de su penetrante luz, que es un terror
para el transgresor, al paso que parece santa, justa y buena para el
fiel. Sólo los que tienen un justo aprecio por la ley de Dios, pueden
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estimar debidamente la expiación de Cristo que se hizo necesaria
por la violación de la ley del Padre.
Los que sostienen la opinión de que no hubo Salvador en la anti-
gua dispensación, tienen un velo tan oscuro sobre su entendimiento,
como el que tuvieron los judíos que rechazaron a Cristo. Los judíos
reconocían su fe en un Mesías venidero mediante las ofrendas de
sacrificios que simbolizaban a Cristo. Sin embargo, cuando apareció
Jesús, cumpliendo todas las profecías acerca del Mesías prometido,
y haciendo obras que lo señalaban como al divino Hijo de Dios, lo
rechazaron y rehusaron aceptar la evidencia más manifiesta de su
verdadero carácter. Por otro lado, la iglesia cristiana, que profesa la
más grande fe en Cristo, al despreciar el sistema judío, virtualmente
niega a Cristo, que fue el originador de toda la dispensación judía.
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