La ley en Gálatas
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mediación siempre debiera hacer al hombre temeroso de incurrir en
el más pequeño acto de desobediencia a los requisitos de Dios.
Debiera haber una clara comprensión de lo que significa el pe-
cado y debiéramos evitar la más pequeña aproximación que nos
induzca a cruzar las fronteras entre la obediencia y la desobediencia.
Dios quiere que cada miembro de su creación entienda la gran
obra del infinito Hijo de Dios al dar su vida por la salvación del
mundo. “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos
llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque
no le conoció a él”.
1 Juan 3:1
.
Cuando el pecador ve en Cristo la corporización del amor y
de la benevolencia infinitos y desinteresados, se despierta en su
corazón una disposición agradecida a seguir donde Cristo indica.—
Manuscrito 87, 1900
.
Especialmente la ley moral
“La ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que
fuésemos justificados por la fe”.
Gálatas 3:24
. El Espíritu Santo
está hablando especialmente de la ley moral en este texto, mediante
el apóstol. La ley nos revela el pecado y nos hace sentir nuestra
necesidad de Cristo y de acudir a él en procura de perdón y paz
mediante el arrepentimiento ante Dios y la fe en nuestro Señor
Jesucristo.
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La falta de voluntad para renunciar a opiniones preconcebidas y
aceptar esta verdad fue la principal base de la oposición manifestada
en Minneápolis contra el mensaje del Señor expuesto por los her-
manos [E. J.] Waggoner y [A. T.] Jones. Suscitando esa oposición,
Satanás tuvo éxito en impedir que fluyera hacia nuestros hermanos,
en gran medida, el poder especial del Espíritu Santo que Dios anhela-
ba impartirles. El enemigo les impidió que obtuvieran esa eficiencia
que pudiera haber sido suya para llevar la verdad al mundo, tal como
los apóstoles la proclamaron después del día de Pentecostés. Fue
resistida la luz que ha de alumbrar a toda la tierra con su gloria, y en
gran medida ha sido mantenida lejos del mundo por el proceder de
nuestros propios hermanos.
* * * *