Página 254 - Mensajes Selectos Tomo 1 (1966)

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Mensajes Selectos Tomo 1
sus alabanzas por las colinas y llanos de Belén. “¡Gloria a Dios en
las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!”
Lucas 2:14
. ¡Ojalá toda la familia humana hoy día pudiera reconocer
este canto! La declaración que se hizo entonces, la nota que resonó, el
himno que entonces comenzó, se ampliarán y se extenderán hasta el
fin del tiempo, y resonarán hasta los confines de la tierra. Significan
gloria para Dios, paz en la tierra, buena voluntad para los hombres.
Cuando el Sol de Justicia se levante trayendo salud en sus alas, el
himno que comenzó en las colinas de Belén repercutirá en la voz de
una gran multitud, como la voz de muchas aguas, que dirá: “¡Aleluya,
porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina!”
Apocalipsis
19:6
.
Por medio de su obediencia a todos los mandamientos de Dios,
Cristo efectuó la redención de los hombres. Esto no fue hecho con-
virtiéndose [Cristo] en otro, sino tomando él mismo la humanidad.
Así Cristo dio a la humanidad la posibilidad de existir gracias a lo
que él hizo. La obra de la redención es poner a la humanidad en
comunión con Cristo, efectuar la unión de la raza caída con la divi-
nidad. Cristo tomó la forma humana para que los hombres pudieran
ser uno con él, así como él es uno con el Padre; para que Dios amara
al hombre como ama a su Hijo unigénito; para que los hombres
pudieran ser participantes de la naturaleza divina y pudieran ser
completos en Cristo.
El Espíritu Santo, que procede del unigénito Hijo de Dios, une
al ser humano, cuerpo, alma y espíritu, con la perfecta naturaleza de
Cristo divino-humana. Esta unión está representada por la unión de
la vid y los sarmientos. El hombre finito está unido con la fortaleza
de Cristo. Mediante la fe, la naturaleza humana queda asimilada con
la naturaleza de Cristo. En Cristo, somos hechos uno con Dios.
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