Página 282 - Mensajes Selectos Tomo 1 (1966)

Basic HTML Version

278
Mensajes Selectos Tomo 1
tentado en todos los puntos en que son tentados los hombres, para
que pudiera saber cómo socorrer a los que fueran tentados. Cristo
[328]
venció en lugar del pecador.
En la noche de su visión, Jacob vio la tierra unida con el cielo
por una escalera que llegaba hasta el trono de Dios. Vio a los ángeles
de Dios, ataviados con vestidos de brillo celestial, descendiendo del
cielo y subiendo al cielo por esa brillante escalera. La parte baja
de esa escalera descansaba sobre la tierra, mientras su parte más
alta llegaba a los más elevados cielos y descansaba en el trono de
Jehová. El resplandor del trono de Dios brillaba sobre esa escalera y
reflejaba una luz de inexpresable gloria sobre la tierra.
Esta escalera representaba a Cristo, que había abierto la comuni-
cación entre la tierra y el cielo. En su humillación, Cristo descendió
hasta la misma profundidad de la desdicha humana, con simpatía y
piedad por el hombre caído, que fue representado ante Jacob con el
extremo de la escalera que descansaba sobre la tierra, mientras que
su parte alta, que llegaba hasta el cielo, representa el poder divino
de Cristo que se aferra del Infinito, y así comunica a la tierra con
el cielo y al hombre finito con el Dios infinito. Mediante Cristo se
abre la comunicación entre Dios y el hombre. Los ángeles pueden
ir del cielo a la tierra con mensajes de amor para el hombre caído y
para ministrar a los que serán herederos de salvación. Únicamente
mediante Cristo los mensajeros celestiales ministran a los hombres.
Adán y Eva fueron colocados en el Edén en circunstancias extre-
madamente favorables. Tuvieron el privilegio de estar en comunión
con Dios y los ángeles. Estaban sin la condenación del pecado. La
luz de Dios y de los ángeles estaba con ellos y los rodeaba. El Autor
de su existencia era su maestro. Pero cayeron bajo el poder y las
tentaciones del artero enemigo. Durante cuatro mil años, Satanás
había estado luchando contra el gobierno de Dios y había obtenido
fortaleza y experiencia de su decidida práctica. Los hombres caídos
[329]
no tenían las ventajas de Adán en el Edén. Habían estado separados
de Dios durante cuatro mil años. Habían disminuido más y más la
sabiduría para comprender y el poder para resistir las tentaciones de
Satanás, al punto que éste parecía reinar triunfante en la tierra. El
apetito y la pasión, el amor del mundo e insolentes pecados eran las
grandes ramas del mal de las cuales crecían toda suerte de crímenes,
violencias y corrupción.
[330]