Página 303 - Mensajes Selectos Tomo 1 (1966)

Basic HTML Version

Capítulo 44—El salvador resucitad
Cristo, Creador y Dados de la Vida
“Yo SOY la resurrección y la vida”.
Juan 11:25
. El que había
dicho: “Yo pongo mi vida, para volverla a tomar” (
Juan 10:17
), salió
de la tumba a la vida que estaba en él mismo. Murió la humanidad,
no murió la divinidad. En su divinidad, Cristo poseía el poder de
romper las ataduras de la muerte. Declara que tiene vida en sí mismo
para resucitar a quien quiera.
Todos los seres creados viven por la voluntad y el poder de Dios.
Son recipientes de la vida del Hijo de Dios. No importa cuán capaces
y talentosos sean, no importa cuán amplias sean sus capacidades, son
provistos con la vida que procede de la Fuente de toda vida. El es el
manantial, la fuente de vida. Sólo el único que tiene inmortalidad,
que mora en luz y vida, podía decir: “Tengo poder para ponerla [mi
vida], y tengo poder para volverla a tomar”.
Juan 10:18
.
Las palabras de Cristo “yo soy la resurrección y la vida” (
Juan
11:25
), fueron oídas claramente por los guardias romanos. Todo el
ejército de Satanás las oyó. Y nosotros las entendemos cuando las
oímos. Cristo había venido a dar su vida en rescate por muchos.
Como buen Pastor, había puesto su vida por las ovejas. La justicia
[355]
de Dios era mantener su ley, infligiendo el castigo. Esta era la única
forma en la cual podía mantenerse la ley y proclamársela santa, justa
y buena. Era la única forma en la cual el pecado podía ser hecho
aparecer como excesivamente pecaminoso, y así se podían mantener
el honor y la majestad de la autoridad divina.
La ley del gobierno de Dios había de ser magnificada con la
muerte del unigénito Hijo de Dios. Cristo llevó la culpa de los
pecados del mundo. Nuestra suficiencia se encuentra únicamente en
la encarnación y muerte del Hijo de Dios. El pudo sufrir porque era
sostenido por la divinidad. Pudo soportar porque estaba sin mácula
de deslealtad o pecado. Cristo triunfó en favor del hombre, llevando
Este Artículo Apareció en
The Youth’s Instructor del 4 de agosto de 1898
.
299