La norma divina
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ha tomado sobre sí los pecados del transgresor. “El herido fue por
nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nues-
tra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados”.
Isaías
53:5
. El Señor podría haber extirpado al pecador y haberlo destruido
completamente, pero eligió el plan más costoso. En su gran amor,
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proporciona esperanza al desesperanzado, dando a su Hijo unigénito
para llevar los pecados del mundo. Y puesto que ha prodigado a
todo el cielo en aquella rica dádiva, no privará al hombre de ninguna
ayuda necesaria para que pueda tomar la copa de la salvación y se
convierta en heredero de Dios y coheredero con Cristo.
Una revelación del amor de Dios
Cristo vino para manifestar el amor de Dios al mundo, para atraer
el corazón de los hombres hacia él. Dijo: “Yo, si fuere levantado de
la tierra, a todos atraeré a mí mismo”.
Juan 12:32
. El primer paso
hacia la salvación es responder a la atracción del amor de Cristo.
Dios envía a los hombres mensaje tras mensaje para suplicarles
que se arrepientan, para poder perdonarles y escribir perdón al lado
de sus nombres. ¿No habrá arrepentimiento? ¿Serán desoídas sus
exhortaciones? Serán ignoradas sus propuestas de misericordia y
será completamente rechazado su amor? ¡Oh, así el hombre quedaría
del todo separado del medio por el cual puede lograr la vida eterna,
pues sólo Dios perdona al penitente! Mediante la manifestación de
su amor, mediante los ruegos de su Espíritu, invita fervientemente a
los hombres a que se arrepientan, pues el arrepentimiento es don de
Dios; y a quienes él perdona, los hace arrepentirse previamente. El
hombre disfruta del gozo más dulce debido a su sincero arrepenti-
miento ante Dios por la transgresión de su ley, y debido a la fe en
Cristo como el Redentor y Abogado de los pecadores. Cristo atrae a
los hombres mediante la manifestación de su amor para que puedan
comprender el gozo del perdón, la paz de Dios. Si responden a su
atracción, entregando su corazón a la gracia divina, los guiará paso
tras paso a un conocimiento pleno de Dios, y esto es vida eterna.
Cristo vino a revelar la justicia y el amor de Dios al pecador
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para que el Salvador diera a Israel arrepentimiento y remisión de
pecados. Cuando el pecador contempla a Jesús levantado en la cruz,
sufriendo la culpabilidad de los transgresores, llevando el castigo