Capítulo 65—Cómo hacer frente a un punto de
doctrina controvertid
Luz Adicional
Necesitamos entender el tiempo en que vivimos. No lo enten-
demos ni a medias. No lo aceptamos ni a medias. Mi corazón se
conmueve dentro de mí cuando pienso en el enemigo al que tenemos
que hacer frente, y en cuán pobremente estamos preparados para eso.
Las vicisitudes de los hijos de Israel y su actitud justamente antes
de la primera venida de Cristo me han sido presentadas vez tras
vez para ilustrar la posición del pueblo de Dios en su experiencia
antes de la segunda venida de Cristo: cómo el enemigo se valía de
cada oportunidad para dominar las mentes de los judíos y cómo hoy
está procurando cegar las mentes de los siervos de Dios para que no
puedan discernir la preciosa verdad.
Cuando Cristo vino a nuestro mundo, Satanás dominaba el te-
rreno, y disputó cada centímetro en la senda de Cristo desde el
pesebre al Calvario. Satanás había acusado a Dios de que requería
abnegación de los ángeles, cuando él mismo no sabía nada de lo que
significaba, y cuando él mismo no haría ningún sacrificio por otros.
Esta fue la acusación que Satanás hizo contra Dios en el cielo. Y
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después de que el maligno fue expulsado del cielo, él continuamente
acusó al Señor de que imponía un servicio exigente que él mismo no
estaba dispuesto a prestar. Cristo vino al mundo para hacer frente a
esas falsas acusaciones y para revelar al Padre. No podemos concebir
la humillación que sufrió al tomar nuestra naturaleza sobre sí. No
que el acto en sí de pertenecer a la raza humana fuera una desgracia,
pero Cristo era la Majestad del cielo, el Rey de la gloria y se humilló
a sí mismo para convertirse en una criatura y sufrir las necesidades y
aflicciones de los mortales. Se humilló no a la posición más elevada
para ser un hombre de riquezas y poder, sino que aunque era rico,
Disertación Matinal Dada En Battle Creek, Míchigan, El 29 De Enero De 1890,
Que Fue Publicada en
The Review And Herald, 18 De Febrero De 1890
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