Página 80 - Mensajes Selectos Tomo 1 (1966)

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Mensajes Selectos Tomo 1
Junto con mis hermanos y hermanas, después del tiempo pasado
en 1844, yo creía firmemente que no se convertirían más pecadores.
Pero nunca tuve una visión de que no se convertirían más pecadores.
Y con claridad y libertad declaro que nadie jamás me oyó decir o ha
leído declaraciones de mi pluma que los justifique en las acusaciones
que han hecho contra mí en este punto.
Fue en mi primer viaje al este, al ir a relatar mis visiones, cuando
la preciosa luz acerca del santuario celestial fue expuesta delante
de mí, y se me mostró la puerta abierta y cerrada. Creíamos que
el Señor vendría pronto en las nubes del cielo. Se me mostró que
había una gran obra que hacer en el mundo para los que no habiendo
tenido la luz, no la habían rechazado. Nuestros hermanos no podían
entender esto debido a nuestra fe en la inmediata aparición de Cristo.
Algunos me acusaron de decir que el Señor se tardaba en venir,
especialmente los fanáticos. Vi que en 1844 Dios había abierto una
puerta que ningún hombre podía cerrar, y cerrado una puerta que
ningún hombre podía abrir. Los que rechazaron la luz que fue dada
al mundo por el mensaje del segundo ángel quedaron en tinieblas, y
cuán grandes eran esas tinieblas.
Nunca he declarado ni escrito que el mundo fue sentenciado o
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condenado. En ninguna circunstancia, nunca he usado ese lenguaje
para nadie, no importa cuán pecador fuera. Siempre he tenido mensa-
jes de reproche para los que usaban esas expresiones ásperas.—
Carta
2, 1874
.
Declaración acerca del día y hora de la venida de Cristo
Querida Hermana:
Ud. declara que “algunos pretenden, entre otras cosas, que es
desleal suprimir sus escritos anteriores”. Los que dicen esas cosas,
¿tendrían la bondad de darme pruebas de sus declaraciones? Sé que
esto ha sido repetido con frecuencia, pero no probado. “Pretenden
que en los testimonios originales de Ud., tomo 1, que ellos han
preservado, Ud. claramente declara que se le mostró el día y la hora
de la segunda venida de Cristo. Su argumento es que esa declaración
de Ud. no resiste la prueba de la Biblia, pues Cristo mismo declara
que nadie sabe ni el día ni la hora, ni aun los ángeles de Dios”...