Capítulo 7—Cristo retiene el contro
Los gergesenos deseaban que Cristo los dejara. Los de Caper-
naum lo recibieron, y entre ellos él efectuó maravillosos milagros.
Cristo tiene todo el poder en el cielo y en la tierra. El es el gran
Médico a quien debemos acudir cuando sufrimos alguna enferme-
dad física o espiritual. Mostró que poseía absoluto dominio sobre
los vientos y las olas y sobre los poseídos de demonios. Le han
sido dadas las llaves de la muerte y del infierno [sepulcro]. Le fue-
ron sujetados los principados y las potestades, aun estando en su
humillación...
¿Por qué no ejerceremos mayor fe en el Médico divino? Como
trabajó para el paralítico, así actuará hoy en favor de los que lo
buscan para su curación. Tenemos gran necesidad de más fe. Estoy
alarmada cuando veo la falta de fe entre los nuestros. Necesitamos ir
directamente a la presencia de Cristo, creyendo que curará nuestras
dolencias físicas y espirituales.
Somos demasiado faltos de fe. ¡Oh, cómo desearía que pudiera
inducir a nuestros hermanos a tener fe en Dios! No deben creer
que a fin de ejercer fe deben ser acicateados hasta llegar a un alto
grado de excitación. Todo lo que tienen que hacer es creer en la
Palabra de Dios, así como creen en lo que dicen uno al otro. El lo
ha dicho, y cumplirá su Palabra. Dependa Ud. tranquilamente de las
promesas de Dios, porque él quiere decir precisamente lo que dice.
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Diga: El me ha hablado en su Palabra, y cumplirá cada promesa que
ha hecho. No os volváis impacientes. Confiad. La Palabra de Dios es
fiel. Proceded como si pudierais confiar en vuestro Padre celestial...
Se designa a hombres para que proclamen la verdad en nuevos
lugares. Ellos deben tener fondos para su sostén. Y deben tener
recursos a los cuales acudir para ayudar a los pobres y necesitados
que hallarán en su trabajo. La benevolencia que muestren hacia
los pobres, influirá en sus esfuerzos para proclamar la verdad. Su
Apareció En
Notebook Leaflets,
Experiencia Cristiana, No. 2.
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