Página 223 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 1 (2003)

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Los juramentos
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mostró que cuando es realmente necesario y se llama a los hijos de
Dios a testificar en forma legal, ellos no violan la Palabra de Dios al
invocarle solemnemente como testigo de que dicen la verdad, y sólo
la verdad.
El hombre es tan corrompido que las leyes están destinadas a
obligarle a asumir sus responsabilidades. Algunos hombres no temen
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mentir a sus semejantes; pero se les ha enseñado que es cosa terrible
mentir a Dios, y el Espíritu de Dios que los refrena les ha inculcado
esta verdad. Se nos dio como ejemplo el caso de Ananías y Safira,
su esposa. El asunto es llevado del hombre a Dios, de manera que
si alguno da falso testimonio, no lo da ante el hombre, sino ante
el gran Dios que lee el corazón y conoce la verdad exacta de cada
caso. Nuestras leyes hacen del falso juramento un delito muy grave.
Dios imponía a menudo un castigo al que juraba en falso, y a veces
mientras el juramento estaba aún en sus labios, el ángel destructor
lo derribó. Esto había de aterrorizar a los malhechores.
Vi que si hay en la tierra alguien que pueda testificar bajo ju-
ramento en forma consecuente, ese tal es el creyente. El vive a la
luz del rostro de Dios. Se fortifica en su fortaleza. Y cuando la ley
debe decidir asuntos de importancia, no hay quien pueda apelar con
tanto acierto a Dios como el creyente. El ángel me ordenó notar
que Dios jura por sí mismo
Génesis 22:16
;
Hebreos 6:13, 17
. Juró a
Abraham (
Génesis 26:3
), a Isaac (
Salmos 105:9
;
Jeremías 11:5
), y
a David
Salmos 132:11
;
Hechos 2:30
. Dios exigió de los hijos de
Israel un juramento entre hombre y hombre.
Éxodo 22:10-11
. Jesús
se sometió al juramento en la hora de su juicio. El sumo sacerdote
le dijo: “Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el
Cristo, Hijo de Dios”.
Mateo 26:63
. Jesús le contestó: “Tú lo has
dicho”.
vers. 64
. Si Jesús, en sus enseñanzas a los discípulos, se
hubiese referido al juramento judicial, habría reprendido al sumo
sacerdote, y puesto en práctica sus enseñanzas para beneficio de
sus discípulos que estaban presentes. A Satanás le ha agradado que
algunos hayan considerado el juramento en forma errónea; porque le
ha dado oportunidad de oprimirlos y quitarles el dinero de su Señor.
Los mayordomos de Dios deben ser más prudentes, trazar sus planes
y prepararse para resistir a los designios de Satanás; porque él hará
mayores esfuerzos que nunca antes.