Página 245 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 1 (2003)

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La dadivosidad sistemática
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en la tesorería del Señor lo que gastan en ellos. Algunos nunca
han efectuado un sacrificio por la causa de Dios, y están dormidos
concerniente a lo que Dios requiere de ellos. Algunas de las personas
más pobres tendrán una gran lucha para negarse esos estimulantes.
Este sacrificio individual no se requiere porque la causa de Dios
sufre por falta de recursos. Pero todo corazón será probado, todo
carácter será desarrollado. Es un principio que debe ser observado
por el pueblo de Dios. El principio viviente debe manifestarse en la
vida.
“¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y
dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas.
Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me
habéis robado. Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en
mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si
no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros
bendición hasta que sobreabunde. Reprenderé también por vosotros
al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, y vuestra vid en el
campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos”.
Malaquías 3:8-11
.
Vi que este pasaje bíblico se había aplicado erróneamente al acto
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de hablar y orar en una reunión. Esta profecía tiene una aplicación
especial en los últimos días, y enseña al pueblo de Dios su deber de
entregar una parte de sus recursos como ofrenda voluntaria al Señor.
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